A 172 días de la elección nos espía… Corea del Norte

Contrario a lo que se ha escrito, no vino de Rusia el primer caso de espionaje cibernético, en coincidencia con nuestro proceso electoral: la PGR y el FBI descubrieron aquí un software de Corea del Norte, justo el país con el que se solidarizó Morena, luego de que México expulsara a su embajador.

Hace apenas dos meses, la diputada de Morena Juana Ángeles Valencia y el consejero de ese partido Ramón Jiménez López fueron a la delegación de Pyongyang, en la colonia Anzures, a protestar por la decisión de México, motivada por las pruebas nucleares del país comunista.

Peor todavía, en esa legación se presentó también el dirigente nacional del PT (y aliado de AMLO en los comicios presidenciales), Alberto Anaya, para quien Norcorea es “una sociedad muy organizada”, aunque mantiene en campos de concentración a 120 mil disidentes.

El hallazgo de la PGR y el FBI se produce a sólo 172 días de las próximas elecciones presidenciales: se trata de la presencia en el ciberespacio mexicano de un “software malicioso de origen norcoreano denominado FALLCHILL”.

El virus buscaba obtener información y controlar computadoras, y se encontraba incrustado en máquinas de una empresa privada de telecomunicaciones, ubicada en la CDMX, para sacar datos de discos duros, buscar, leer, escribir, mover y ejecutar archivos.

Hasta ahora, habían sido los servicios de espionaje de Rusia (que junto con China es el principal soporte de la dictadura norcoreana) de los que más evidencias registradas se tenían de interferencias en comicios, como los de Estados Unidos, Holanda, Francia, Italia y Alemania.

Y existe la idea de que si Moscú tuviese la intención de provocar daños en las relaciones estratégicas de Estados Unidos en América Latina y debilitar el orden continental el mejor blanco serían las elecciones presidenciales de México, como su principal aliado en la región.

Sin embargo, en ese sentido las posibilidades de acción son mejores para Corea del Norte, que tiene una estrecha colaboración de inteligencia con Cuba; es decir, a sólo 210 kilómetros de nuestras costas. Rusia podría preferir que la interferencia la hagan sus socios norcoreanos.

Lo que queda claro es de qué lado político se encuentran las preferencias de Pyongyang en las próximas elecciones de México: de Morena (y de su aliado el PT), indignados por la expulsión del embajador Kim Hyong Gil, por parte de las autoridades mexicanas.

En todo caso, los amigos norcoreanos de Morena tienen a sus espías electrónicos trabajando a todo vapor aquí. Sí, ahora la PGR y el FBI los descubrieron. Pero eso no quiere decir que hayan dejado de trabajar. Van a seguir haciéndolo. Por supuesto: es su chamba.

Y quieren que gane… ya sabes quién.