El gobierno habrá incurrido en una pérdida recaudatoria de 70 mil millones de pesos debido a la política de estímulos al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios aplicado a gasolinas y diesel durante 2017, con el fin de evitar que los precios al público se elevaran después del gasolinazo de enero, según cálculos de la Secretaría de Hacienda.
Así, la Ley de Ingresos del año pasado consideraba una recaudación total del impuesto por 284.5 mil millones de pesos, pero Hacienda proyectó que al cierre de 2017 se habrán recaudado 214.5 mil millones de pesos.
La pérdida recaudatoria es equivalente al presupuesto del Seguro Popular, el Poder Judicial, de la Secretaría de Agricultura o la Secretaría de la Defensa Nacional.
De acuerdo con la Ley del IEPS, el gobierno tenía autorizado cobrar 4.30 pesos por litro en la gasolina Magna, 3.64 pesos por litro en la Premium y 4.73 pesos por litro de diesel; sin embargo, la meta de recaudación no se alcanzará debido a que el gobierno nunca cobró el tope posible para la Magna y el diesel, y en la Premium sólo lo cobró en algunas semanas.
