En este momento, muchos dicen que en Chiapas se vive una crisis política, económica y social, ¿por qué..?
Porque el 23 de julio una turba asesinó al alcalde de San Juan Chamula, Domingo López González…
Porque el 20 de julio, en los previos al asesinato del alcalde de San Juan Chamula, ocurrió un desalojo violento en uno de los bloqueos que la CNTE mantenía en San Juan Chamula.
Porque el 4 de julio, en entrevista para La Otra Opinión, Amado Avendaño declaró que “Hay condiciones para una desgracia en Chiapas”.
Porque hace semanas, manifestantes saquearon el palacio municipal de Palenque luego de asistir a marcha de la CNTE.
Porque el pasado 18 de abril se registraron enfrentamientos entre elementos de la policía y miembros de la CNTE en Tuxtla Gutiérrez y en San Cristóbal de las Casas.
Porque el obispo emérito Arturo Lona, ofició una misa en un bloqueo de la CNTE.
Porque según se sabe, el Partido Verde y el PRI están enfrentados y disputan el control de algunos municipios de Chiapas.
Porque hace algunos meses, en La Otra Opinión documentamos los casos de “Juanitas” en municipios como Chenalhó, Oxchuc, Chanal y Tila.
Porque el 26 de mayo, la alcaldesa de Chenalhó –Rosa Pérez Pérez– renunció por presiones del pueblo.
Porque el año pasado, Roberto Pardo Molina –diputado migrante– fue inhabilitado por supuesto robo de identidad.
Pero, ¿cómo es que el estado llegó a esta situación?
En entrevista para La Otra Opinión, el periodista Amado Avendaño explicó que Chiapas es un caldo de cultivo para la violencia desde 1994, cuando muchos grupos radicales –además del EZLN– encontraron en la violencia un mecanismo para ejercer presión y para conseguir lo que querían.
Han pasado más de 20 años desde aquél momento, y el gobierno no ha sabido controlar las situaciones que pusieron –y siguen poniendo– en jaque al estado. En los hechos, el débil gobierno de Manuel Velasco se ha limitado a ceder a las peticiones de los grupos disidentes.
De este modo, Avendaño recordó que si bien Manuel Velasco ganó con casi el 70 por ciento de los votos; su gabinete terminó convertido en una batalla de intereses políticos.
Por otro lado, el periodista chiapaneco resaltó que el conflicto en Chamula –donde recientemente asesinaron al alcalde–, debe verse como una venganza del PRI en contra del Partido Verde, pues de acuerdo con algunas versiones, los ecologistas habrían impuesto al alcalde hoy muerto.
Además, Avendaño presumió que los responsables del linchamiento planearon sus actos con anticipación, pues a pesar de que simularon una “manifestación pacífica”, los verdugos del alcalde iban armados con palos, piedras, tubos y pistolas.
“Al matar a su presidente municipal, enviaron un mensaje al gobernador. Ahora sólo es posible esperar su respuesta”, dijo Avendaño.
Así, el periodista concluyó que la geopolítica de San Juan Chamula lo ha convertido en uno de los municipios chiapanecos más golpeados por las diferencias raciales, los pleitos de familia y la pobreza.
