El caso Alan Pulido y la incredulidad

“De la compasión a la teoría de la conspiración, con escala en la risa. En fin, en tiempos electorales todo se vale”. Así lo publicó el usuario de Facebook Iván Wacha Gutiérrez; quien respondió de esa manera al caso del futbolista Alan Pulido.

Como sabe, la madrugada del domingo, el deportista fue secuestrado en Tamaulipas. Poco antes de las 24 horas del plagio, Pulido fue rescatado en un operativo coordinado por el gobierno estatal.

El tema, como es lógico, desató una gran polémica. El plagiado, como sabe, era una figura pública con presencia internacional. En consecuencia, las autoridades de Tamaulipas organizaron un megaoperativo que culminó con el rescate del futbolista.

La primera versión señalaba que los elementos de la policía lo habían encontrado gracias a la llamada del secuestrado, quien dio su ubicación.

Más tarde, una segunda versión dejó ver que Alan Pulido se había rescatado solo. Es decir, que en un acto de supervivencia, habría golpeado a uno de los secuestradores, le habría quitado el arma, habría disparado a su captor, roto las ventanas y huído del lugar.

Desde ese momento, las dudas se hicieron presentes entre los ciudadanos, quienes en redes sociales comenzaron a circular teorías de conspiración sobre el tema y se mofaron de la situación.

Algunos destacaron que el hecho ocurrió a una semana de los comicios del 5 de junio. Es así que, para estos incrédulos, todo sería un montaje electoral en favor del PRI y del gobierno de Egidio Torre Cantú.

Hubo quienes señalaron a la novia de Alan Pulido era la responsable del plagio. Otros más culparon a Los Zetas. Incluso los Zetas señalaron –por medio de una pancarta–, a los miembros del Cartel del Noreste.

También salieron los que “identificaron” vínculos entre el gobierno tamaulipeco y el crimen organizado, lo que –dicen– habría facilitado el rescate del futbolista.

Incluso el grupo Anonymous hizo público un vídeo en el que “desmintió” el secuestro del jugador de fútbol.

Lo cierto es que hasta el momento, la información del caso sigue siendo insuficiente y la falta de respuestas certeras ha sembrado dudas y alimentado la especulación.

Por eso preguntamos, ¿en qué creen los que no creen nada?