La ruindad de Ricardo Alemán y la grandeza de Proceso, pero ya ven cómo es Proceso…

Por Federico Arreola

1.- La vulgaridad de Ricardo Alemán

Este colaborador de Milenio dedicó completa su columna de ayer martes a desacreditar la investigación periodística de los papeles de Panamá. Expresó numerosas aberraciones como esta: “Solo los ignorantes del periodismo –o los periodistas con causa– se atreverían a decir que el escándalo conocido como ‘Panama papers’ es ‘un gran trabajo periodístico’…”.

Mi comentario: Evidentemente Alemán está envidioso porque en la mencionada investigación en la que participaron periodistas de todo el mundo solo se invitó a dos medios mexicanos, Proceso y Aristegui Noticias. Si el columnista de Milenio fuera un hombre decente felicitaría a los directores de la revista Proceso, Rafael Rodríguez Castañeda, y de Aristegui Noticias, Carmen Aristegui por el extraordinario trabajo que han hecho. Pero Ricardo Alemán es alguien derrotado, desde hace tiempo, por el mal espíritu de la mezquindad.

2.- El Proceso que no puede dejar de ser Proceso

La revista que fundó Julio Scherer ha hecho un sobresaliente trabajo al dar a conocer los nombres de los mexicanos que aparecen en los #PanamaPapers. Algunos de ellos probablemente han sacado su dinero de México para no pagar impuestos, pero otros lo han hecho en forma cabalmente legal y con fines empresariales o familiares correctos. El periodista informa, no es juez. Sin más elementos no puede acusar a nadie de nada. Después de las revelaciones periodísticas es el gobierno el que debe pasar a la acción investigando la situación financiera y tributaria de nuestros compatriotas adictos a los paraísos fiscales. El problema es que Proceso, además de haber dado información sobre los que aparecen en los papeles de Panamá, también mete en el mismo saco, solo por sus relaciones familiares o de negocios, a muchos que no están –o todavía nadie los descubre– en tales listas. Un caso, Roberto Alcántara.

Mi comentario: Así ha sido el semanario Proceso desde su fundación y así será todo el tiempo, que ojalá sea eterno, que le quede de vida.

3.- Fideicomisos en Nueva Zelanda

Cuando Proceso habla del abogado Luis Doporto Alejandre y su esposa Melisa Flores Alcántara lo hace por “la integración legal de dos fideicomisos registrados en Nueva Zelanda a nombre” de ellos.

Mi comentario: Si la integración de los fideicomisos fue, como dice Proceso, “legal”, entonces no hubo en ello ilegalidad alguna. ¿O cómo hay que entender la expresión usada por los editores de la revista? Pregunto porque, sin duda, a nadie se le puede culpar por crear fideicomisos.

4.- La hija de Aurora

Proceso parece considerar ilícito que Melissa Flores Alcántara sea hija de Aurora Alcántara Rojas, solo por el hecho de que esta última mujer es la esposa de José Murat, exgobernador de Oaxaca y padre del candidato del PRI a gobernador de ese estado, Alejandro Murat.

Mi comentario: Eso es un abuso. Pero, ni modo, cierto abuso para condimentar la información objetiva está en la naturaleza de Proceso.

5.- Exfuncionario de EPN

Para Proceso es indebido que Alejandro Murat haya trabajado en el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.

Mi comentario: Hasta donde estoy enterado, no es delito participar en la administración pública. Por lo demás, si el candidato del PRI a gobernador de Oaxaca no está en los papales de Panamá, ¿por qué joderlo tanto involucrándolo en un lío que no es suyo?

6.- Aurora, hermana de Roberto

Para Proceso resulta algo así como sospechoso –es el tono del reportaje– que Aurora Alcántara Rojas sea hermana de Roberto Alcántara Rojas, “dueño de VivaAerobús en México, director general Grupo Toluca, dedicado al transporte terrestre, y el mayor accionista minoritario de la española Prisa, editora del periódico El País”.

Mi comentario: Pues sí, el señor Alcántara es un empresario destacado que decidió invertir en uno de los más importantes periódicos del mundo, El País, que por cierto normalmente participa con entusiasmo y profesionalismo en investigaciones como la de los #PanamaPapers sin fijarse si perjudica o no la imagen de sus accionistas.

7.- ¿En serio en Proceso se piensa que el gobierno de México le compró a Alcántara el diario El País?

Cito lo dicho en la revista dirigida por Rodríguez Castañeda: “Roberto Alcántara alcanzó esa posición en el diario español luego de que al inicio del sexenio, el gobierno de Peña Nieto le otorgó tres contratos por cuatro mil millones de pesos para el cobro electrónico del peaje en las carreteras operadas por Caminos y Puentes Federales (Capufe)”.

Mi comentario: Eso es una tontería. Una cosa es que las empresas de Alcántara hayan ganado una licitación, y otra que tomara el dinero del gobierno para correr a Madrid a comprar El País. Por lo demás, y esto es importante subrayarlo, Alcántara no se hizo empresario en el actual sexenio. En la misma nota de Proceso se dice, más adelante, que Alcántara “empezó hace medio siglo con el negocio familiar del transporte público”.

¡Medio siglo! Es decir, 50 años de trabajo que le ha dado para invertir 100 millones de euros en el grupo que controla a El País, y también –Proceso lo cuenta con toda objetividad– para consolidar no pocos grandes negocios: “Actualmente Roberto Alcántara es presidente del Grupo Toluca, principal accionista del GRUPO IAMSA, el cual tiene un portafolio de diversas empresas de transporte terrestre como Ómnibus de México, ETN y Caminante. Además, es dueño de la cuarta aerolínea más grande de México, VivaAerobus que opera una flota de 19 aviones Boeing 737-300”.

8.- Y bueno, ¿está Roberto Alcántara en los #PanamaPapers?

Pues no, Roberto Alcántara no está en los papales de Panamá. Ni su hermana Aurora. Tampoco el esposo de esta señora, José Murat. Ni el hijo de Murat, Alejandro. Aparecen, sí, la hija de Aurora y su marido. Y ahí debería quedar la historia. El dato es periodístico, sin duda. Pero sin otra información, y por el momento nadie la tiene, no podemos saber si han violado la ley o si han actuado correctamente. Las autoridades tendrán que investigar si lo que hicieron fue perfectamente legal o no. Por fortuna, el gobierno ha quedado obligado a meterse muy a fondo a analizar la lista de mexicanos en los paraísos fiscales. Es lo valioso de trabajos informativos como el de Proceso, que ojalá algún día aprenda a solo dar la información y su contexto sin añadir interpretaciones excesivas que no vienen al caso.

 

Nota tomada de SDP Noticias