Morena no gana en 2018: Labastida

A días de la elección del 5 de junio, en La Otra Opinión nos acercamos a los políticos que mejor conocen la vida partidista en México. Sus opiniones y experiencia nos permitirán entender el contexto en que se elegirán 12 gobernadores, 13 congresos locales, miles de alcaldías y un congreso constituyente.

Para aproximarnos al escenario político electoral del PRI, platicamos con Francisco Labastida Ochoa, uno de los políticos más completos; que así como ha sido gobernador, también se ha desempeñado como senador, secretario de Estado y candidato presidencial.

En entrevista para este espacio, Francisco Labastida aseguró que su partido llega unido a la elección del cinco de junio. Por ejemplo, en Sinaloa –estado que él gobernó hace años–, el priista adelantó una ventaja indiscutible para el tricolor y explicó que el resultado se debe, en buena medida, a que todos los precandidatos del PRI se sumaron a la candidatura de quien resultó electo, el señor Quirino Ordaz.

En el caso contrario, Labastida ve riesgos para el PRI en Veracruz, Oaxaca y Tamaulipas; donde el desempeño cuestionable de los gobernadores salientes y los niveles de inseguridad, dificultan el camino para su partido. De hecho, el exsecretario de Gobernación considera que la ausencia de una estrategia nacional de combate al crimen tiene a varios estados a merced de los delincuentes.

Por otro lado, Francisco Labastida afirmó que esta elección ratificará que al electorado le importa cada vez menos el color y las siglas del partido; en realidad, el voto se lo lleva el candidato que más simpatiza a los votantes. Es decir, que mientras la Morena de López Obrador tiene oportunidades de triunfo en Veracruz –y en varios distritos de otros estados–, en Sinaloa su presencia es nula. Y es que –para Labastida–, el éxito o fracaso de una campaña depende de los candidatos, no de los partidos.

Es en esta lógica que para el priista, los resultados del cinco de junio difícilmente servirán para proyectar lo que veremos en la elección presidencial de 2018. ¿Por qué? Porque el voto del 5 de junio será por los candidatos que postulen los partidos para los 12 gobiernos locales; mientras que en la presidencial, el sufragio será para los abanderados, para sus propuestas y para las estructuras que compitan en ese momento.

Finalmente, Francisco Labastida reconoció que Morena ha crecido con fuerza en algunas regiones del país –como Veracruz o la Ciudad de México–, no obstante, este repunte no le alcanzaría para ganar una elección presidencial. Labastida cree que es factible que el partido de López Obrador se levante con el triunfo en la capital del país e incluso en Veracruz; pero de ahí a que esto sirva para adelantar una victoria en 2018 es, en opinión del priista, una apuesta aventurada y poco probable.