Mientras los precios del petróleo registraron una baja este jueves, en nuestro país se puso el grito en el cielo cuando la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) anunció que a partir del 1 de agosto aumentarían los precios de las gasolinas.
La SHCP informó que la gasolina Magna aumentará 56 centavos, para costar 13.96 pesos por litro; mientras que la Premium incrementará su coso 44 centavos para costar 14.81 pesos por litro.
Aunque a lo largo de la actual administración se dijo que el precio de la gasolina no aumentaría, la Secretaría de Hacienda—a cargo de Luis Videgaray—, ya dijo que ahora sí, el combustible no subirá más en lo que queda del año…y en dado caso de que incremente, tan solo serían dos centavos de aumento. Es decir que hasta aquí estaría el tope.
Y es que hay que entender que este aumento se debe “al repunte en las referencias internacionales para los precios de los combustibles, que refleja la recuperación reciente en el precio del crudo”.
También hay que tratar de entender que no se trata de “incrementar por incrementar” pues la SHCP intenta cumplir con el compromiso de cuidar las finanzas públicas para preservar la estabilidad macroeconómica.
Cabe mencionar que para este 2016, el Congreso de la Unión aprobó que los precios máximos de los combustibles en México podrían moverse con sus referencias internacionales, pero sólo al interior de una banda cuyo valor central es el precio observado en 2015 más y menos 3%.
Mientras suben los precios de los combustibles, ¿los mexicanos están dispuestos a aceptar otra disculpa del Gobierno? ¿están preparados para aceptar otro aumento, por muy mínimo que sea? ¿entenderán que el aumento no es con saña y se debe para preservar las finanzas? ¿Videgaray entenderá que la gente ya no quiere más aumentos? ¿El Gobierno entenderá que la gente ya está molesta?
