Resultado electoral favorece a Manlio Fabio Beltrones

Las elecciones ponen a prueba a los partidos, a sus candidatos, a sus estructuras y a sus dirigentes.

Por eso, en La Otra Opinión presentaremos un análisis breve de los resultados que entregan los líderes de los cuatro partidos con más votos: el PRI, el PAN, el PRD y Morena.

En el caso de Manlio Fabio Beltrones, el presidente nacional del PRI, es evidente que el cinco de junio no sólo se juega 12 gobiernos estatales; también está en vilo su candidatura presidencial.

Y es que, del resultado en la elección dependerá si suma “las canicas” que requiere para asegurar la candidatura del PRI en 2018.

Acaso por eso, vale la pena preguntar, ¿quién determina si el desempeño de Manlio –y de su partido– es un éxito o un fracaso?

En algún momento, Beltrones adelantó que su partido podría ganar en nueve estados. Sin embargo, hoy sabemos que esa cifra es prácticamente inalcanzable.

Por eso preguntamos, ¿eso habla del fracaso de Beltrones?

Dicen las encuestas que el PRI podría ganar en seis o siete estados, ¿eso quiere decir que Beltrones hizo lo que debía o que se quedó corto? ¿quién juzgará eso?

Ahora bien, independientemente de que Manlio Fabio Beltrones sea un animal políticos –en estricto sentido aristotélico–, también es cierto que no tiene el control de todos los hilos.

A diferencia de los otros partidos –en donde el líder partidista tiene la última palabra–, en el PRI, el verdadero mandón no es Beltrones. En el PRI, el jefe real despacha en Los Pinos.

¿Qué quiere decir lo anterior?

Que en ocasiones, Beltrones es responsable de apoyar y empujar a los candidatos de su partido. Pero en otros casos, la decisión fue del presidente y de su círculo cercano.

Aun así, los éxitos o fracasos los atraerá la figura del líder del partido.

Por cierto, uno de los mayores logros de Beltrones fue la construcción de 11 candidaturas de unidad. Sólo en Quintana Roo vimos la renuncia de Carlos Joaquín González, quien dejó el PRI para contender en una alianza del PAN y el PRD.

Además, la estrategia de Beltrones también fue eficaz en contra de las alianzas entre el PAN y el PRD; así como contra los candidatos independientes.