Siguen las trampas de los consejos electorales

En La Otra Opinión hemos hablado de la consejera electoral de Colima que anunció mal el resultado electoral y aún así la mantuvieron en el cargo.

Comentamos sobre los consejeros electorales de Baja California que se aumentaron el sueldo un 40 por ciento.

También recordamos al consejero presidente de Jalisco que gana 187 mil pesos al mes.

Y ya que estamos en esas, nos referimos los consejeros de Guanajuato que trataron –sin éxito– de incrementar su paga un 46 por ciento.

Otro caso fue el de los consejeros de San Luis Potosí que crecieron su sueldo un 358 por ciento.

Y ya encarrerados, habría que añadir al consejero presidente del estado de México que fue acusado de nepotismo por contratar a sus familiares como asesores.

Pero además, no hay que dejar fuera al delegado del PAN en Sonora –Sergio Ulloa Carpena–, que casualmente es hermano de la consejera electoral Graciela Ulloa Carpena.

A esta lista de perlas se suma una más –en Oaxaca–, donde los panistas otorgaron una candidatura como diputado plurinominal a René Mejía Torres, quien resultó ser esposo de la consejera del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana, Rita Bell López Vences.

Tal parece que es otro caso de nepotismo.

Sin embargo, las cosas no acaban aquí, pues en algunos medios aseguran que el CEN del PAN considera al mismo Mejía Torres como candidato de mayoría relativa en el distrito 14, el cual corresponde a la Ciudad de Oaxaca.

No cabe duda, al interior del árbitro electoral se cuecen trampas y transas iguales –o peores– que las de los partidos. Y si el árbitro es un tramposo, ¿qué podemos esperar del resultado de la contienda?