La visita a México del candidato republicano Donald Trump dejó una serie de comentarios y opiniones en todos los medios sobre la imagen que México proyectó frente a otros países a partir del hecho.
Para la mayoría la reunión fue un error, pero para la minoría –sensata– el diálogo pacífico sirvió para demostrar las intenciones que tiene gobierno de México para implementar iniciativas que ayuden a mejorar las relaciones internacionales.
Cabe agregar que el evento ocurre en un momento clave tanto para Peña como para Trump, pues el primero está a tan solo unas horas de presentar su informe de gobierno, mientras que el segundo se encuentra con números rojos en las encuestas que miden la intención de voto en Estados Unidos.
Es así como entendemos que el magnate busca ganarse al sector latino después de haber hecho comentarios racistas y xenófobos, a la vez que el mandatario mexicano pretende limpiar la imagen de una administración que ha estado siempre bajo los reflectores.
En entrevista para La Otra Opinión, el analista político José Fernández Santillán comentó que vimos el timing perfecto para los dos políticos; es decir que ambos se encontraban en un buen momento para que los reflectores regresaran a ellos.
“Paña nos mostró que México es un país tolerante y democrático, que defiende sus intereses y que está atento a los acuerdos internacionales. Trump dejó claro que México le importa y para comprobarlo basta con ver la rápido de respuesta que dio cuando fue invitado a dialogar con el presidente”, explicó Fernández Santillán.
Para terminar el entrevistado resaltó que Hillary Clinton cometió un grave error al no haber venido a dialogar al mismo tiempo que Trump, ya que en encuestas ella lo supera por un margen muy corto y es posible que lo pierda a causa de que el republicano volvió a poner los focos sobre su persona y su reforma migratoria.
