Muchos están molestos por el trabajo de mantenimiento en el Sistema Cutzamala.
Muchos están enojados por el desabasto de agua que afectará a la capital durante el próximo puente vacacional.
Y muchos se quejan por las incomodidades, los problemas y los inconvenientes que detonarán los trabajos en el Cutzamala.
Y seguramente tienen razón.
A nadie le gusta padecer la falta de agua. Nadie quiere sufrir el desabasto y nadie está de acuerdo en bañarse a “jicarazos” como sugirió alguna autoridad capitalina.
Sin embargo, también es cierto que el trabajo de mantenimiento en el sistema Cutzamala es necesario y es impostergable.
También es cierto que el gobierno de Miguel Mancera está obligado a reparar las consecuencias del descuido de administraciones anteriores.
Y también es cierto que tanto Marcelo Ebrard como Andrés Manuel López Obrador se dieron a la tarea de construir grandes obras, de capturar la atención de mucha gente y de fabricar miles de votos… pero descuidaron lo que ocurre en el subsuelo; descuidaron el sistema de abasto de agua.
Es así que el gobierno actual está obligado a suspender el abasto, a pagar el costo político y a recibir los cuestionamientos en medios y redes sociales. Y es que la falta de atención de Marcelo y de Obrador tiene al Cutzamala al borde del colapso.
Por eso, hoy Miguel Mancera corrige la plana a sus antecesores. El problema es, sin embargo, que Miguel Mancera tiene que pagar el costo de imagen que Ebrard y Andrés no quisieron asumir.