El lado oscuro del “maximato” de Moreno Valle

Gran pacto que hizo Rafael Moreno Valle, quien gracias a las negociaciones con Anaya, podría mantener el control político de Puebla por tercer periodo consecutivo.

Como ya es bien conocido y, de “manera sorprendente”, el pasado 7 de enero, justo en la fecha límite para el registro de precandidatos en el PAN, el exgobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, declinó a sus aspiraciones presidenciales.

El panista aseguró en aquel momento, que dejaba la búsqueda de su candidatura para “no convertirnos en un obstáculo para que el PAN se mantenga unido y México al Frente logre sus objetivos“.

La comparsa de Moreno Valle hacia Ricardo Anaya fue evidente. Más aún cuando al día siguiente de la declaración del ex mandatario poblano, su esposa Martha Erika Alonso Hidalgo, renunció a la secretaría General del PAN estatal para buscar su postulación por el Frente al gobierno local.

Gran pacto que hizo Rafael Moreno Valle, quien gracias a las negociaciones con Anaya, podría mantener el control político de Puebla por tercer periodo consecutivo.

Moreno Valle asumió la gubernatura de Puebla el 1 de febrero de 2011; en misma fecha, pero del año pasado, concluyó su mandato de seis años y dijo que contendería “al cien por ciento” por la candidatura presidencial del PAN. El panista José Antonio Gali quedó en su lugar tras elección popular, y es quien administra prácticamente bajo las órdenes de Moreno Valle.

Gali Fayad dejará de ser “mandatario” el próximo 15 de octubre. Son dos gobiernos dirigidos de la mano morenovallista. El tercer periodo podría ser ahora, gracias a la esposa del poblano, quien contenderá este 2018 y de manera directa en contra de Miguel Barbosa, elegido por el dueño de Morena, Andrés Manuel López Obrador.

Por cierto, que don Antonio Gali rindió el primer informe de su “minigobierno” en la entidad, el cual estuvo blindado por un fuerte operativo de seguridad, ante la amenaza de Antorcha Campesina, quienes exigen resultados en la investigación por el asesinato de Manuel Hernández Pasión, alcalde de Huitzilan de Serdán.

Lo anterior, es apenas la punta del iceberg dentro de los entramados de este “triunvirato”.

Aquí el historial de opacidad y escándalos del llamado “maximato” morenovallista.

– Vínculos huachicoleros. Othón Muñoz Bravo, mejor conocido como El Cachetes y detenido el 20 de agosto de 2017 por el Ejército, es cercano al “triunvirato”.  Muñoz tiene nexos con el capo huachicolero Antonio Martínez, El Toñín.

– Roberto de los Santos, El Bukanas, ha escapado curiosamente en tres ocasiones durante 2017. Mientras que a El Toñín le decomisaron dos ranchos en la zona Oriental. Ambos acusados del robo de combustible –en libertad–.

– El día de la captura de El Cachetes, el flamante “minigobernador” Antonio Gali, anunció con bombo y platillo dicha detención. Cuando empezaron a circular fotos de Othón Muñoz junto a Rafael Moreno Valle, la imputación por el delito de sustracción ilegal de combustible no se llevó a cabo. El pasado 31 de octubre quedó en libertad tras una garantía económica de un millón de pesos.

– Durante su mandato, Moreno Valle modificó la legislación estatal con la que se empleó el eufemismo “proyectos de prestación de servicios” para sustituir la palabra deuda. Así presumió que “redujo” la deuda en Puebla.

–  Con la La Ley Bala, aprobó el “uso legítimo de la fuerza por parte de los elementos policiales del estado” en contra de manifestantes. Terminó derogando su ley criminal tras la muerte de un menor a causa de un impacto de bala de goma en la cabeza disparada por elementos policiales.

– “La Fuerza del Cambio”, un dizque libro y de su dizque autoría que usó para promocionarse a nivel nacional. Además hizo un uso mañoso de la editorial Porrúa, cuando empleó una editorial “chafa” de nombre MAPorrúa.

– Tanto Moreno Valle como su esposa, Martha Erika Alonso, lucraron en medio de la tragedia e hicieron proselitismo tras el sismo del 19 de septiembre. Rafael continuó con sus espectaculares con recursos no fiscalizados y fuera de tiempo. Martha presumió su ayuda a los damnificados “por las lluvias” (¿?) y subió a sus redes sociales, poromocionando su imagen.

– Durante la administración de Rafael Moreno Valle como gobernador, fueron encarceladas 366 personas por motivos políticos. Así lo dio a conocer en julio pasado, el Comité para la Libertad de los Presos Políticos y contra la Represión en Puebla.

– Durante el breve periodo de Gali Fayad al frente del gobierno de Puebla, la entidad se colocó a la cabeza respecto al número de tomas clandestinas en ductos de Pemex con mil 261.

Puebla sumó 851 homicidios dolosos hasta el mes de noviembre pasado, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Más de dos asesinatos al día, incluidos el del alcalde Huitzilan de Serdán.

– Fueron 100 feminicidios los cometidos en Puebla durante 2017. Uno de los casos más sonados y que, lamentablemente quedaron en el olvido tras el 19-S, fue el de Mara Castilla, una de este centenar de jóvenes muertas por la violencia de género.

– De acuerdo con el libro Pensar Puebla, de Luis Antonio Godina, la situación del estado es dramática, ya que en el último cuarto de siglo, se ha mantenido entre las cinco entidades con mayor rezago social del país.

– Mientras que en el ramo de la educación el porcentaje de personas de 15 años y más con rezago asciende a 38.5 por ciento -de acuerdo con cifras del Inegi– y 6.8 por ciento de la población mayor a 15 años es analfabeta.

– Puebla es la novena economía del país, pero en tasa de crecimiento ocupa el lugar 20 y en PIB per cápita baja hasta el lugar 28 a nivel nacional, lo que la ubica en 40 por ciento menos del promedio.

– La capital poblana forma parte de los 25 municipios más endeudados del país, con obligaciones financieras por 477.4 millones de pesos. En el primer trimestre de 2017, eran 33 ayuntamientos que sostenían una deuda total por 734.5 mdp, de acuerdo con un informe de la Cámara de Diputados.

Así pues, quien fuera priista durante más de 20 años hasta 2010, Rafael Moreno Valle irá por un tercer mandato en Puebla. Su “maximato”.