Celulares de estudiantes de Ayotzinapa estuvieron hasta 6 semanas después de su desaparición

Una hipótesis señala que algunos normalistas sobrevivieron a los hechos del 26 y 27 de septiembre

Celulares de estudiantes de Ayotzinapa estuvieron hasta 6 semanas después de su desaparición
Foto: El Sol de México

El jueves 18 de agosto, Alejandro Encinas, titular de la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia del caso Ayotzinapa, afirmó que “no hay indicio alguno” de que sigan con vida los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa.

Para ello, expuso que los testimonios y evidencias recopiladas apuntan a que los jóvenes fueron asesinados y posteriormente desaparecidos. 

Los partidos de oposición acusan que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador pretende dar “carpetazo” a este caso al señalar que el informe presentado por Encinas Rodríguez no aportaba nada nuevo.

Sin embargo, se ha dado a conocer nueva información sobre la desaparición de los jóvenes de Ayotzinapa; de acuerdo con el portal Eje Central, 27 números de teléfono celular que estaban ligados a los estudiantes continuaron operando seis semanas después del ataque en Iguala.

Documentos oficiales compartidos por este medio indican que dichas líneas telefónicas mantuvieron el mismo patrón de comportamiento que tenían sus dueños antes de desaparecer.

Por ejemplo, el número 745-100-6485 estuvo activo en algún punto de Guerrero hasta el martes 18 de noviembre de 2024, es decir, dos meses desde que ocurrió la desaparición de los normalistas.

El dueño de ese teléfono celular desapareció 53 días antes, Doriam González Parral “El Kínder”, uno de los normalistas declarado como desaparecido el 26 de septiembre.

Sin embargo, este no fue el único caso en el que los números celulares de los normalistas continuaron utilizándose aún después del ataque. 

El número del hermano de Doriam, Jorge Luis González, recibió llamadas posteriores a su desaparición, en Chilpancingo y Tixtla, y estuvo activo hasta el 7 de octubre. 

El teléfono de Marcial Pablo Baranda, primo de ambos, también estudiante de Ayotzinapa, captó llamadas desde Acapulco hasta el 19 de octubre.

Esta nueva información se trata de una investigación del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) en el que se considera que fueron sus propios dueños, más de la mitad de los normalistas, quienes utilizaron los celulares días después de que se diera el ataque en su contra.

En documentos nunca antes revelados se muestra que en al menos 27 teléfonos celulares, pertenecientes al mismo número de estudiantes oficialmente desaparecidos, el FBI comprobó que se mantuvieron activos hasta un mes y 20 días después de la noche de Iguala.

De acuerdo con los informes elaborados por la agencia estadounidense, a solicitud del Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia (Cenapi), esos 27 celulares de los normalistas, y cinco más que se vinculan con otras víctimas de los mismos hechos, pero cuyos propietarios no han sido identificados, recibieron llamadas desde varios municipios de Guerrero, así como de otros estados como Puebla, Morelos, Chiapas y la Ciudad de México, luego de casi dos meses de la desaparición de los jóvenes.

A través de su Equipo de Encuesta de Análisis Celular, el FBI detectó que la actividad analizada evidenció que los números tenían un comportamiento “consistente con el mismo usuario”; es decir, los teléfonos mantuvieron comunicación con números recurrentes de sus propietarios.

Los documentos que tiene Eje Central, forman parte de una línea de investigación no divulgada hasta ahora sobre lo ocurrido durante y después de la noche de Iguala, en la que incluso se analizó el comportamiento de esos números celulares meses antes de la desaparición de los normalistas. 

En esta hipótesis, que ahora un funcionario federal con conocimiento del caso reveló a este portal, algunos normalistas sobrevivieron a los hechos del 26 y 27 de septiembre. 

Por otro lado, los documentos de la agencia estadounidense también analizan 12 números que no pertenecían a los estudiantes, sino al entonces presidente municipal de Iguala, José Luis Abarca, y a policías de Cocula e Iguala señalados por su presunta participación en el ataque a los normalistas.

Con información de Eje Central

MSA