Un testigo protegido explicó que con el fin de que la Procuraduría de Guerrero simulara algunas pruebas de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, el grupo criminal de los “Guerreros Unidos” asesinó a por lo menos 20 indigentes.
De acuerdo con el diario Reforma, hicieron pasar sus restos como si fueran los 43 jóvenes y lo planearon entre miembros del narco y el Comandante Wenceslao, quien fuera excoordinador de la Policía Ministerial.
“En un primer momento agarraron a unos 20 indigentes y los metieron a las fosas, atrás de Pueblo Viejo, y dado que este asunto estaba muy mediático, dijeron que la Fiscalía, o sea Iñaki (Blanco) que no iba a resultar y fueron a los lugares donde en un primer inicio habían turado los restos de los estudiantes para ir a preparar lo del basurero de Cocula”.
La información da un giro cuando en estas “supuestas evidencias” el Gobierno estatal y la PGR construyeron la denominada “verdad histórica”.
