Durante su campaña electoral, Andrés Manuel López Obrador dijo que sería solidario con los migrantes centroamericanos que recorren nuestro país para llegar a los Estados Unidos.
Les prometió que los protegería, que respetaría sus derechos, que les otorgaría visas de trabajo y de residencia y les abrió las puertas para que las caravanas migrantes pudieran entrar sin problemas.
“Nada de maltrato con migrantes centroamericanos, no queremos que ellos sufran lo que padecen nuestros compatriotas (…) queremos un mundo sin injusticias, queremos un mundo que defienda el derecho a la vida, va a haber trabajo para nosotros y los que necesiten que vengan de otras partes (…) Donde come uno, comen dos”, comentó durante su visita a Chiapas en octubre de 2018.
Y agregó en aquel momento: “No se puede estar enfrentando este problema solo con el uso de la fuerza, con medidas coercitivas, hay que garantizar los derechos humanos, y el principal derecho humano es el derecho a la vida, a buscarse la vida, el derecho a ir a trabajar honradamente, mitigar el hambre y la pobreza”.
Sin embargo, estás promesas quedaron en el olvido ya que hemos visto todo lo contrario.
Primero, se dobló ante las presiones del entonces presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y le cumplió su capricho de construir su muro fronterizo en Chiapas; el cual consistió en desplegar a la Guardia Nacional (GN) para frenar el flujo migratorio.
Segundo, hemos visto como a los migrantes los extorsionan, los secuestran y, en el peor de los casos, son encarcelados y enjuiciados.
Cómo ejemplo, tenemos el caso del incendio que ocurrió en una estación migratoria en Ciudad Juárez, Chihuahua a principios de abril de este año, en donde al menos 40 migrantes perdieron la vida.
Tras esta tragedia, el gobierno de López Obrador trata de responsabilizar a un migrante para que ningún funcionario migratorio, cómo Francisco Garduño, director del Instituto Nacional de Migración (INM), sea investigado.
Sobre este tema, Gilberto Guevara Niebla calificó como hipócrita la política migratoria de la 4T, ya que se hacen promesas que no se cumplen.
Cómo ejemplo, expone el caso del incendio de la estación migratorio en Chihuahua.
“Ella muestra (la tragedia), una vez más, los vicios que dominan en la gestión pública de México: la corrupción, la ineptitud, la insensibilidad, la negligencia, la irresponsabilidad y la inmoralidad, en general”, expuso en su columna titulada “Migrar y morir”.
En ese sentido, calificó cómo un error la decisión de AMLO de militarizar la política migratoria, ya que ello demuestra la ignorancia que tiene por este problema; así como sus limitantes y defectos para solucionarlo.
“Es justo calificar a este hecho como un homicidio colectivo (como el de San Fernando o como el de Ayotzinapa), pero la responsabilidad, toda, es del Estado”, escribió.
A continuación puede consultar el texto completo.
Con información de Expansión Política y La Crónica
MSA
