A tan sólo 17 días de los comicios presidenciales más importantes en la historia moderna de México, llama la atención que a pesar de ser el candidato puntero en las encuestas, Andrés Manuel López Obrador fue derrotado en los tres debates organizados por el INE.
– En el primer encuentro, realizado el pasado 22 de abril en el Palacio de Minería, en la Ciudad de México, López Obrador tuvo un penoso desempeño ante un nuevo formato de debate. No había moderadores a modo y no respondió a las acusaciones que sus contrincantes le hicieron en aquella ocasión.
José Antonio Meade propuso, Ricardo Anaya evadió acusaciones al estilo AMLO, Jaime Rodríguez presentó tremenda ocurrencia con su propuesta de “mochar manos” y la excandidata Margarita Zavala, titubeó.
AMLO se vio acorralado por los embates de sus contrincantes, además de que no pudo ofrecer respuestas a los cuestionamientos de corrupción y endeudamiento a su paso por la jefatura de Gobierno del DF.
La soberbia de saberse en primer lugar de las encuestas lo hizo perder. Cuestionado por Anaya respecto a la integración de Alfonso Romo como coordinador de su Proyecto de Nación, cuando en el 2000 lo acusó de ser parte del “saqueo más grande de la historia de México” (el Fobaproa), López hizo mutis.
– En el “round 2”, realizado el 20 de mayo en el gimnasio de la Universidad de Tijuana, Baja California, hubo un claro ganador: Meade Kuribreña. En contraste, el gran perdedor de ese enfrentamiento político fue el oriundo de Macuspana, casi al parejo que el otrora Joven Maravilla.
Anaya se fue contra López Obrador –una vez más– y el de Macuspana no respondió más que con “chistoretes” como esconder su cartera ante el panista y decirle “Ricky Riquín Canallín”.
Meade mostró una mejora notable respecto al primer encuentro. López Obrador usó el humor, pero siguió sin responder cuestionamientos como los de la postulación de Nestora Salgado al Senado por la vía plurinominal, cuando el abanderado del PRI leyó una carta de la madre de una víctima del secuestro de la excomandante comunitaria de Olinalá.
– El tercer debate fue quizá, el más parejo de todos. “Un debate aburrido, sin chispa, sin novedades y sin el golpe capaz de derribar al adversario”, de acuerdo con el periodista Ricardo Alemán en su Itinerario Político de este miércoles.
Repleto de acusaciones, el encuentro tuvo uno de sus momentos más “interesantes” cuando Ricardo Anaya señaló que AMLO tuvo a su contratista favorito cuando estuvo frente a la administración del Gobierno capitalino: el ingeniero José María Rioboó, quien se adjudicó en cuatro proyectos, 170 millones de pesos.
Por su parte, el candidato de la coalición Todos por México, evidenció que el tabasqueño, como jefe de Gobierno, destruyó empleos. “… Antes de que se generaran 7 mil empleos con (Rosario) Robles y con (Alejandro) Encinas 11 mil empleos, cuando él (AMLO) fue jefe de Gobierno se generaban 226”, expuso Meade. A lo que el tabasqueño hizo lo que sabe hacer mejor: callar ante los señalamientos.
Tres de tres. De los encuentros que organizó el INE de cara a los comicios del 1 de julio, Andrés Manuel López Obrador fue derrotado en todos los debates, a pesar de presumir su ventaja en las encuestas.
