¿A qué viene tanta sorpresa?

Son leyes no escritas de la victoria en política, y que siguen los ganadores de las elecciones:

1.- Un presidente coloca en su gabinete a personas de su generación.

2.- Un presidente encarga los proyectos más importantes a sus amigos de toda confianza.

Se entiende entonces que, el presidente electo:

1.- Haya designado un gabinete con promedio de edad que supera los 60 años, si él mismo tiene 64. Y en la lista figuran sexagenarios: (el Jefe de la Oficina de la Presidencia, Hacienda, SEP, SSP, Sagarpa, Sectur; septuagenarios (Segob, SSA) y octogenarios (CFE, SCT).

2.- Haya designado a su amigo Manuel Bartlett como director de CFE, porque esta empresa es básica para su estrategia de construir clientelas políticas que le garanticen el voto y establecer una hegemonía por muchísimo tiempo, al partido político que fundó con familiares y amigos.

CFE maneja apoyos gubernamentales que llegan a representar entre 50 y 90 por ciento del costo real de la tarifa. De hecho, el ganador de la elección presidencial ya anunció que “los morosos en resistencia civil desde 1995 en la CFE, no pagarán ni un solo peso”.

Bartlett será el encargado de aplicar justifica y gracia a los seguidores, a través de los recibos de la luz, para engrosar la base social que puede provocar que muchos mexicanos hayan nacido bajo la hegemonía del PRI, y que fallezcan bajo la hegemonía de Morena.

—Haya designado a su amigo tabasqueño Octavio Romero, su mano derecha en la operación financiera de toda la vida, como director de Pemex. El precio la mezcla mexicana anda en unos excelentes 70 dólares y Pemex no dejará de ser caja chica del gobierno.

Romero fue Oficial Mayor durante el gobierno del presidente electo en el DF (2000-06) y aplicó las adjudicaciones directas que más interesaban a su jefe, las invitaciones restringidas o intercambios de predios, para justificar la entrega de obras a particulares sin apegarse a una licitación.

—Haya designado a su amigo René Bejarano para implementar los programas sociales de su gobierno para, ya se sabe: construir clientelas políticas que le garanticen el voto y establecer una hegemonía por muchísimo tiempo, al partido político que fundó con familiares y amigos.

Bejarano dirigirá la gestión social, obra e inversión en un funcionamiento similar al que llevó el presidente electo durante su jefatura de gobierno en el DF, cuando Bejarano era su secretario particular y fue a la cárcel por recibir sobornos, divulgados por videos en horario prime time de la TV.

Entonces, parecen párvulos quienes hoy se sorprenden ¡y hasta critican! al presidente electo por sus primeras decisiones antes de asumir el gobierno. ¿No lo conocían? Así ha sido siempre.

Nunca engañó a nadie.