Uno de los casos más indignantes en México en los últimos años, fue concluido gracias a el fallo de un juez, quien decidió absolver a Diego Cruz, uno de “Los Porkys” al determinar que no hay delito al no observar intención “lasciva” hacia Daphne Fernández.

El fallo a favor del joven, evidencia –una vez más– las carencias del sistema penal mexicano. Hace un año, el juez Anuar González Hemadi ordenó poner en libertad al joven de 21 años luego de haber sido señalado como uno de los participantes en la violación sufrida por una menor de edad en Veracruz.

Tras casi dos años de los hechos y de la extradición de Cruz –de España a México–, el juez determinó que si bien es cierto que Daphne Fernández, que tenía 17 años en ese momento, declaró que el imputado, junto a sus amigos, le “tocó los senos, le metían sus manos debajo de la falda y le introdujo sus dedos por debajo del calzón y se los introdujo en la vagina“, no observa una intención lasciva ni que Cruz tuviera la intención de copular.

El juzgador concluyó que no considera lo sucedido como un acto sexual, sino un “roce o frotamiento incidental“.

Es el mismo argumento que expuso el hoy fallecido líder del movimiento estudiantil de 1968, Marcelino Perelló Valls, respecto al caso.

Para el matemático, la violación implicaba necesariamente penetración con pene, pues “sin verga no hay violación. Con palos de escoba, dedos y vibradores no hay violaciones“.

Hemos leído, escuchado o visto acerca de las repulsivas líneas de fallo en torno al caso de Daphne, desde hace casi dos años. La importancia y sensación de reflujo no se van ante el hecho y frente a quienes juzgan y deciden sobre la justicia en nuestro país.

Ante la justicia, “Los Porkys” no cometieron ilícito alguno y podrán gozar de su libertad.

Diego Cruz quedó absuelto del delito de pederastia por el que era acusado, el cual, de acuerdo al Código Penal de Veracruz, se refiere a quien “sin llegar a la cópula, abuse sexualmente de un menor, agraviando su integridad física o moral, aprovechándose de su ignorancia o indefensión“.

Solamente queda la indignación y la víctima, Daphne. En un México donde no pasa nada y a la vez ocurre todo.