Además de impresentable… ligado al Cártel de Tláhuac

Utilizó recursos y trabajadores de la delegación para construir un restaurante que era centro de operaciones del Cártel de Tláhuac. Pero ahí anda, feliz, haciendo campaña para ser diputado de Morena. Y AMLO dice que al pobre hombre lo embarra la “mafia del poder”.

Pero el exdelegado en Tláhuac, Rigoberto Salgado, utilizó recursos públicos para financiar la construcción del restaurante La Carreta del Pacífico, cuartel general de la banda criminal de El Ojos: le hizo desde el drenaje hasta las banquetas. Ah, y le daba mantenimiento.

El contralor de la CDMX, Eduardo Rovelo, informó ayer de manera oficial ante el pleno de la Asamblea Legislativa que, tras investigar la denuncia CI/TLH/D/0167/2016, la conclusión es que Rigoberto Salgado hizo “uso indebido del erario” en favor del narcotráfico.

Pero ¿y eso qué?: Rigoberto Salgado está libre y en campaña en busca de fuero, pese a que las autoridades también encontraron que familiares y amigos de El Ojos trabajaban en la delegación, ubicados por Salgado en su lista de funcionarios de confianza.

Entre el personal del capo al que Salgado le dio chamba figuró una familiar de quien la PGJ de la CDMX ubica como sustituta de El Ojos: Griselda Cortés Gutiérrez (hermana de Nancy Cortés, la sucesora) ocupaba la plaza de “Administrativo Especializado L”.

Incluso, en los datos laborales de la hermana de la sucesora aparecía la misma dirección que dio El Ojos, en la SRE, cuando fue a renovar su pasaporte para abandonar el país, rastro que permitió a la Marina seguir la pista del capo.

Pero un delegado de Morena es sacrosanto para los inquisidores de las redes sociales, quienes se han convertido en el tribunal que impele a las autoridades a actuar, siempre y cuando no sean personajes ligados a AMLO, como Ebrard, Sheinbaum…

De hecho, los inquisidores de dedo más flamígero empiezan a sacar la cabeza como futuros mamadores del presupuesto: es el caso del político profesional con bandera de “sociedad civil” José Merino, enchufado ya como asesor en “transparencia y rendición de cuentas” de Sheinbaum.

¿Transparencia? ¿Rendición de cuentas? Pero si su jefa clasificó como de “acceso restringido y reservado” la información del Colegio Rébsamen, donde murieron 19 niños y 7 adultos, y del Tec de Monterrey, donde murieron 5 estudiantes, durante el sismo del 19 de septiembre.

¿Transparencia? ¿Rendición de cuentas?, pues ahí tiene el caso de este compañero de su jefa: el entonces delegado Salgado “utilizó personal adscrito a la delegación” para construirle un restaurante al jefe del Cártel de Tláhuac.

¿Mafia del poder? Puro cuento: es un quítate tú para ponerme yo, como la famosa “piñata” de los sandinistas o los “boliburgueses” de Chávez.

Sólo quieren tener lo que critican.