A nadie le queda duda de que el país atraviesa por una de sus peores crisis de inseguridad en toda la historia, que presidentes anteriores fallaron en su intento de erradicar la violencia en el país y que ahora se requieren medidas importantes para garantizar el bienestar de los mexicanos.
Ante ello, el presidente Andrés Manuel López Obrador negó que se busque implementar el toque de queda en zonas de alto riesgo en donde integrantes del crimen organizado sometan a los pobladores.
“Soy optimista, no vamos a acudir ni a la guerra, ni a la desaparición, ni a la tortura, ni a las masacres, ni a toques de queda, ni a leyes más severas, es decir, no apostaría por la pena de muerte, soy humanista y creo que se puede conseguir la paz sin recurrir a la violencia”, detalló.
Esperemos que se decida pronto a utilizar alguna estrategia para combatir la violencia, pues las familias de los más de 66 mil ejecutados en México claman por justicia.