Tras una reunión privada con representantes del Consejo de la Comunicación en la Ciudad de México, el aspirante presidencial de “Juntos haremos historia”, Andrés Manuel López Obrador, indicó que iniciará acciones legales para frenar la construcción del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México (NAICM) y la explotación petrolera en Quintana Roo y Yucatán.
Indicó que no cederá a los chantajes para tapar la corrupción que prevalece en la adjudicación de contratos del NAICM.
Estas declaraciones parecen ser una respuesta a Juan Pablo Castañón, titular del Consejo Coordinador Empresarial; que defiende la construcción del NAICM, así como las reformas educativa y energética, respectivamente.
El tabasqueño recalcó que será “intolerable contra la corrupción”, por lo cual peleará legalmente contra la imposición de estos proyectos.
A decir de AMLO, el nuevo gobierno tendrá que estar pagando contratos que se han estado realizando en este sexenio, los cuales tienen previsto su conclusión en el año 2025, con el nivel de avance que tiene en la actualidad.
Además, indicó que no es títere de nadie al tratar de defender contratos leoninos.
“Los que defienden el que se construya el aeropuerto en el lago de Texcoco están metidos en el negocio de la corrupción; claro que tienen todo el derecho de defender su negocio, por eso declaran que quieren que yo acepte contratos leoninos, manchados de corrupción; no voy aceptar, cero tolerancia a la corrupción, aun cuando este señor del sector empresarial, que a lo mejor tiene negocios en este asunto esté declarando y me dedique ocho columnas”
Indicó que ha pedido a la ex ministra Olga Sánchez Cordero y al ingeniero Javier Jiménez Espriú que lleven a cabo una línea técnica y jurídica para ver si se procede mediante un amparo en tribunales federales o recursos administrativos ante la Secretaría de la Función Pública. Para que -según él- no se den contratos a mediano y largo plazo que no le dejen libre el presupuesto.
Mientras tanto, con estas actitudes estamos viendo al AMLO de cada seis años, que con cada declaración pierde la cabeza.
