Durante su campaña electoral para ser presidente, Andrés Manuel López Obrador insistió en que el combate a la corrupción sería uno de los pilares de la “cuarta transformación”, pero ahora en el poder, se olvida de sus promesas.
Durante su conferencia matutina, López Obrador agradeció el desplegado firmado por el líder del Sindicato Petrolero, Carlos Romero Deschamps, en el que da su respaldo a la estrategia impulsada por el Gobierno Federal para combatir el robo de combustible en el país.
Incluso, AMLO afirmó que su administración ha dialogado con Deschamps, a través de la secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero.
Al parecer, ahora existe una gran relación entre el titular del Poder Ejecutivo y el líder del Sindicato de Trabajadores Petroleros. Pero lo que López Obrador olvida es que Romero Deschamps ha sido acusado en varias ocasiones de corrupción.
Desde 1996, el petrolero ha permanecido al frente del STPRM, y recientemente fue reelegido para el periodo 2019-2024, es decir que podría pasar 31 años continuos al frente del sindicato, el cual ha sido una fuente de ingresos y votos para el PRI.
En el año 2000, Deschamps estuvo involucrado en el llamado “Pemexgate”, un desvío de mil 500 millones de pesos para apoyar al entonces candidato priista para la presidencia, Francisco Labastida. El instituto Federal Electoral llegó a documentar el caso, pero el líder sindical no tocó prisión.
Durante el sexenio del presidente Vicente Fox, la Procuraduría General de la República, inició un proceso judicial en contra, pero en 2006 deshechó el caso por “falta de pruebas, y en 2011 fue absuelto plenamente.
Los escándalos no solo se limitan a Romero Deschamps ya que sus hijos también han sido nota por la lujosa vida que llevan. En septiembre de 2012 fueron publicadas fotografías que evidenciaron los lujosos excesos de su hija; gastos que no se podría dar alguien con el salario de un trabajador de Pemex.
Este personaje, señalado de corrupción durante años, hoy en día se rinde ante los pies del gobierno lopista; y al parecer, AMLO le ha perdonado todos sus pecados y no planea iniciar una investigación en contra del nuevo aliado de la 4T.
Otra promesa más que rompe el presidente, y apenas lleva poco más de un mes en el poder.
