AMLO incluye en reparto de programas a banco de expriistas

El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador anunció que buscará el apoyo de Banorte para que participe –como Banco Azteca– en la entrega de apoyos sociales.

Apenas el pasado 19 de septiembre, Gabriel Casillas Olvera, director general adjunto de Análisis Económico y Relación con Inversionistas de Grupo Financiero Banorte, quien presentó los pronósticos de la empresa, auguró que las expectativas para el país no son pesimistas gracias al gobierno entrante.

La nueva generación de la familia Hank se declaró lista para apoyar a Andrés Manuel López Obrador. Carlos Hank González (nieto) dijo que el nuevo sexenio presenta una “gran oportunidad” para el banco más grande en manos de capital mexicano, esto en un acto del pasado 19 de julio, en Puebla.

Sin embargo, hay que recordar los antecedentes familiares de los Hank, quienes tienen claros vínculos priistas de antaño y hasta señalamientos por lavado de dinero, mismos que AMLO omite mencionar.

Carlos Hank González (abuelo), prominente empresario y conspicuo político priista, falleció el 11 de agosto del 2001, a los 73 años de edad. Su muerte provocó reacciones distintas. En tanto que para los priistas el exregente del DF fue un “digno ejemplo” de trabajo, vocación y servicio, para la oposición, sobre todo para el PRD –ahora mayoría en Morena–, el “profesor” fue el más perfecto representante de lo peor del PRI.

Se desempeñó como gobernador del Estado de México de 1969 a 1975, fue un destacado miembro de la clase política mexicana durante varias décadas. Acumuló cargos, poder y dinero.

Cabeza de un selecto grupo de élite dentro del PRI: el Grupo Atlacomulco, que congrega, según se sabe, a destacados priistas del Estado de México y tiene intereses económicos fuertes y diversificados. A la muerte de Hank, el liderazgo de dicho grupo que nunca ha existido según el propio Hank habría recaído en Arturo Montiel y posteriormente a Enrique Peña Nieto.

Carlos Hank fue presidente municipal de Toluca, Estado de México (1955 a 1957), y jefe del extinto Departamento del Distrito Federal (1976 a 1982).

El último proyecto que tenía en mente, hasta antes de su muerte, irónicamente fue la construcción del aeropuerto en Texcoco, según afirmaciones del exgobernador del Estado de México, Arturo Montiel.

Durante la administración de Carlos Salinas, entre 1988 a 1989, el exgobernador mexiquense se desempeñó como secretario de Turismo, y casi al término de ese gobierno (de 1990 a 1994) fue titular de la Secretaría de Agricultura.

La familia Hank

El 24 de septiembre de 2013, después de revisar los antecedentes del financiero Carlos Hank Rhon, el área de cumplimiento de Mossack Fonseca advirtió en un correo electrónico dirigido a la filial del despacho en Jersey: “Hemos encontrado información negativa relacionada con este individuo y su familia (…) No recomendamos vender compañías a este cliente si el Sr. Hank Rhon se encuentra involucrado”.

Los más de 10 millones de dólares que Carlos Hank Rhon ofreció movilizar a través de una compañía offshore no fueron suficiente atractivo para el despacho panameño, en el que pesaron más los antecedentes de la familia icónica del Grupo Atlacomulco al que pertenece el presidente Enrique Peña Nieto.

Por si fuera poco, el Departamento de Justicia de Estados Unidos investiga –desde 2015–  acuerdos entre Citigroup y empresas vinculadas a Carlos Hank Rhon, como parte de una investigación sobre los controles de lavado de dinero del banco.

En febrero pasado, Carlos Hank Rhon estuvo en el ojo del huracán, luego de que el International Consortium of Investigative Journalists publicara un documento que lo involucra en presuntas evasiones de impuestos entre 2005 y 2007 a través de la filial suiza del banco HSBC.

El reporte expone que Carlos Hank Rhon se convirtió en cliente de HSBC en 2005 y era el principal propietario de 10 cuentas bancarias bajo el nombre de “Hmex Pte. Ltd”, que juntas sumaban cerca de 158 millones de dólares en 2006. Hank Rhon también apareció ligado a una cuenta bancaria numerada la cual contaba con cerca de 20 millones de dólares entre 2006 y 2007.

Carlos Hank Rohn dejó, hace varios años, a su hijo Carlos Hank González la popularidad que otorga ser parte de la lista de multimillonarios de Forbes. Dejándole los escándalos e investigaciones como el de SwissLeaks y el de Citi (2015), y otras que tienen que ver con presuntos depósitos millonarios a cuentas de Raúl Salinas en el extranjero entre 1990 y 1993.

También se vinculó a una de sus empresas de transporte con el robo de combustibles, en el 2013, también documentada de forma extensa por revistas como Contralínea.

En la mayoría de los casos, Hank Rhon ha negado prácticamente todo y hasta el momento no ha enfrentado acciones penales (como sí su hermano, Jorge, quien estuvo preso).  Sin embargo, no pudo librar a la Reserva Federal de Estados Unidos, que lo obligó a pagar una multa de 40 millones de dólares y a renunciar a su puesto como presidente y director del banco.

La última –hasta el momento– fue el fichaje de Diego Armando Maradona, luminaria histórica del fútbol pero ensombrecida por escándalos personales y adicciones, quien llegó a los Dorados de Sinaloa, equipo de futbol propiedad de la poderosa familia con fuertes tentáculos políticos y señalada de nexos con el crimen organizado.

Hoy, es buscado, pero por el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador para que participe en la entrega de tarjetas de apoyo social, una vez que tome posesión el próximo 1 de diciembre.