AMLO: ¡O GANO, O EL CAOS!

No se requiere más que el sentido común elemental para entender que la advertencia del candidato de Morena, a los banqueros, fue un ultimátum de guerra. 

Les dijo con todas sus letras: “Si hay fraude –en las elecciones de julio próximo–, me voy… pero a ver quien amarra al tigre”. 

Para empezar, todos saben que en el diccionario de Andrés Manuel López Obrador, la palabra “derrota” es sinónimo de “fraude”.  

También saben que en todas las derrotas electorales y políticas que ha vivido López Obrador, la responsabilidad siempre ha sido el horroroso fraude que imaginarias maquinas de guerra imponen. 

De igual manera debemos recordar que en la derrota presidencial de 2006, AMLO respondió con un plantón simulado –que paralizó la ciudad de México–, a manera de venganza contra los empresarios y, en general, contra los ciudadanos que votaron por el PAN y el PRI. 

Y para justificar la venganza poselectoral, Obrador dijo que debió abrir el espacio del plantón, para dar cauce a la inconformidad social que, según su mentirosa versión, pretendía la revuelta. Lo cierto es que al segundo día de instalado el plantón, los acarreados llevados a las guardias, lo dejaron solo. 

Hoy, Obrador olfatea su derrota. Por eso vuelve a la carga. Y lo hace frente al nervioso sector de los banqueros, a quienes Obrador promete que no habrá expropiación, ni represión, pero a los que asusta con el petate del muerto; tirar el aeropuerto, que es la mayor inversión en la historia y el patético: ¡o gano o viene el caos!.  

Esa es la traducción del amenazante, “si hay fraude, me voy, pero a ver quien amarra al tigre”. Amenaza idéntico a la que Hugo Chávez lanzó a los banqueros y a los venezolanos, en general, a quienes dijo que no habría nacionalización y menos represión, siempre y cuando la elección fuera legal. 

Lo curioso es que el tiempo, siempre terco, le dio la razón a quienes advirtieron de la amenaza adelantada del locuaz John Ackerman –asesor de AMLO–, quien en su perorata para la televisión Rusa dijo que si perdía López Obrador en la elección presidencial, “habrá madrazos”.  

Está claro. Debemos entender que López Obrador apuesta a la revuelta social si es que la componenda –y no los votos–, no le regalan la presidencia. 

Y el mensaje no lo ven y o lo escuchan sólo quienes cierran los ojos y los oídos. AMLO dice que habrá violencia social si lo derrota la democracia Y es que ya olfatea el olor de la derrota. 

¿Y qué dice ahora el intelecto mexicano, ciego y sordo a las pruebas de que un solo hombre intenta destruir la democracia mexicana? ¿No es Obrador un peligro para la democracia mexicana?    

Al tiempo.