AMLO propone comprar a 15 mil pesos tonelada de maíz… pero

Luego de las declaraciones que hizo el secretario de la Defensa Nacional, el general Salvador Cienfuegos, a favor de la legalización de la amapola para evitar más violencia, el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador calificó de importante la propuesta y salió con una ocurrencia más.

Como alternativa, el impulsor de la “Cuarta Transformación”, planteó pagar hasta cuatro veces más la siembra de maíz, con el fin de que los campesinos prefieran este cultivo al de la planta productora de morfina.

“En el caso de Guerrero, la Montaña, donde se siembra la amapola, también (se debe) explorar la posibilidad, yo lo he dado a conocer, de que se le pague mejor al campesino que siembra maíz (…) Garantizar que les vamos a comprar ese maíz en 10 o 15 pesos el kilo; 10 mil, 15 mil pesos la tonelada, también puede ser atractivo para ya no sembrar amapola”, explicó.

Sin embargo, AMLO no considera que Guerrero es el sexto productor de maíz a nivel nacional y genera un total de aproximadamente un millón 347 mil toneladas, el país produce alrededor de 25 millones de toneladas al año y el principal productor es Sinaloa.

La Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México (CNPAMM) señala que los productores cultivan amapola debido a que es un producto más rentable que el maíz, por lo tanto difícilmente podrían regresar a producir ese grano.

De hecho, con todo y el desplome de los precios de la goma de opio –20 mil pesos el kilogramo–, la amapola sigue siendo un cultivo más rentable que el maíz, por lo que muchos agricultores optan por producirlo con todo y los riesgos que esto implica.

El precio del maíz en los principales centros de distribución del país es en promedio de 5 mil pesos la tonelada. Pero, cabe aclarar que ese es el precio final al consumidor, esto quiere decir, que los productores vendieron su producto, ya sea a los distribuidores o a un intermediario, a un precio más bajo.

Para decirlo de forma simple: una tonelada de maíz es más barata que un kilogramo de amapola. Ante la pobreza en aquella zona, los campesinos no tienen de otra para sobrevivir, por lo que será muy difícil convencerlos de bajar –más– sus ganancias como productores.