¡AMLO REPITE LAS LACRAS QUE CRITICÓ!

Durante sus casi 20 años como opositor, el entonces líder social y eterno aspirante presidencial cuestionó con dureza notable algunas de las peores lacras de la democracia mexicana, entonces en construcción.

López Obrador criticó, por ejemplo, los intentos del PRI por capturar contrapesos naturales como la Suprema Corte y el Congreso; la militarización y las elecciones de Estado.

Obrador era enemigo de la “prensa vendida” y hasta se asumía como un ferviente demócrata cuando se trataba de defender la libertad de expresión.

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Sin embargo, ya en el poder, queda claro que muchas promesas de Obrador fueron un vulgar engaño y que el candidato que cuestionó los peores vicios del poder hoy es el peor vicio del poder; se convirtió en un presidente AA; autoritario y autócrata.

¿Lo dudan?

1.- Como lo dijimos aquí desde la victoria electoral de Obrador, su objetivo era volver a “la dictadura perfecta”; la del control total del Congreso, la captura de la Corte y el sometimiento de órganos autónomos como el INE, el Tribunal Electoral y la CRE, entre otros. Hoy están muertos los contrapesos y la división de poderes; síntoma de “la dictadura perfecta”.

2.- Y mataron a los contrapesos, porque Obrador impuso “fiscales carnales”, “consejeros carnales” y en la Suprema Corte pretende llevar a  “ministros carnales”. Es decir, regresará el gobierno de un solo hombre; la dictadura de partido único y hegemónico.

3.- Por décadas Obrador pidió la renuncia de los presidente Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña; por ineficaces y por pertenecer a “la mafia del poder”. Hoy, AMLO busca reelegirse por la puerta trasera de la Constitución; mediante la engañosa y grosera “revocación de mandato”.

4.- Durante años, Obrador sacó raja política de las llamadas “elecciones de Estado”; sea en Tabasco o en las presidenciales. Hoy, no sólo hace campaña en las entidades donde habrá elecciones sino que impone candidatos y prepara a los futuros aspirantes, bautizados como “súper delegados”. La primera elección de Estado, en manos de Obrador, será la de Puebla.

5.- Como todo aprendiz de dictador, el presidente tiene como prioridad la destrucción de la prensa crítica y de los críticos. Todos los días lanza dardos envenenados contra medios y periodistas que cuestionan su gestión. Asume un papel idéntico al de los autoritarios Díaz Ordaz, Echeverría y López Portillo, que consiguieron una prensa domesticada.  

6.- El pasado fin de semana, en Guerrero, AMLO confirmó que vivimos el fin del Estado laico. Cual predicador, fustigó a los infieles y pecadores, a quienes advirtió que no podrán acudir los domingos al servicio religioso, en tanto no hayan expiado sus pecados. ¿Y el Estado laico? Nadie parece capaz de exigir y/o reclamar algo al respecto.

7.- Los propagandistas de Obrador se cansaron de exigir a los gobiernos de Fox, Calderón y Peña el fin de la persecución de las bandas criminales mediante militares y marinos. Ya como presidente, Obrador militariza al país mediante la Guardia Nacional, al tiempo que aplaudidores callan la mentira.

8.- Durante años, López Obrador acusó a Elba Esther Gordillo de ser el símbolo de la corrupción magisterial. Hoy, la profesora, aliada del presidente, no sólo es exonerada sino que regresará al control mafioso del SNTE. Peor, AMLO también convirtió en sus aliados a la mafiosa CNTE.

Puede resultar interminable la enumeración de lacras que por décadas cuestionó Obrador y que fueron un engaño a toda una Nación.

Hoy, sin embargo, todas esas lacras son parte fundamental de su gestión; un gobierno que no sólo reclutó a lo peor de la clase política –de todos los partidos–, sino que repite los peores vicios del poder.

¿Hasta cuándo seguiremos siendo una sociedad engañada?

Al tiempo.