En los últimos días los precandidatos presidenciales del PRI, José Antonio Meade y de Morena, Andrés Manuel López Obrador, han dado a conocer sus propuestas de campaña sobre seguridad y corrupción.
Para el combate a la corrupción, el aspirante priista plantea soluciones específicas, las cuales contrastan con las “milagrosas” soluciones que ofrece el llamado “líder mesiánico”, quien no explica cómo las llevará a cabo.
En primer lugar, Meade Kuribreña propone nombrar a magistrados especializados para el Tribunal Federal de Justicia Administrativa.
Por su parte, AMLO promete que suprimirá fueros y privilegios a políticos de alto nivel, aunque no especifica cómo, pues para anular el fuero político se necesita reformar la Constitución y es indispensable la aprobación del Congreso.
Meade, también propone dar autonomía al ministerio público federal a partir de la aprobación de la ley orgánica de la Fiscalía General de la República.
AMLO dice que bajará los sueldos a la alta burocracia para aumentar los salarios a los empleados de bajo nivel, aunque tampoco describe cómo.
Cabe recordar que, aun disminuyendo los ingresos de los altos mandos, con el dinero ahorrado no alcanzaría para aumentar significativamente los sueldos de los dos millones de burócratas de la parte baja de la estructura.
Como presidente, Meade buscaría homologar el funcionamiento del ministerio público con la estandarización de procesos judiciales para una procuración de justicia con eficiencia.
En contraste, el llamado “mesías tropical” plantea descentralizar las secretarías de Estado y mudarlas con todo y empleados a otras entidades, pero, ¿cómo lograría tal proeza? ¿De dónde obtendría los recursos para un realizar un éxodo de dos millones de empleados? ¿Estarían de acuerdo en dejar a sus familias y su entorno?
Sobre el titular de la Fiscalía Anticorrupción, el aspirante priista promueve que se trate de una persona con visión de Estado, e inclusive desde el partido que abandera, se hizo la propuesta de que la oposición nominara como fiscal anticorrupción a quien considerara competente.
AMLO, en reacción a la propuesta antes señalada, ya prepara una terna para nominar a un fiscal anticorrupción que tenga su entera aprobación. Al respecto, es importante recordar que durante los últimos meses ha pepenado a políticos rechazados o ninguneados en otros partidos.
Para reducir los espacios de oportunidad de corrupción, Meade propone una nueva legislación en materia de contrataciones públicas.
Para reducir los espacios de oportunidad de corrupción, López Obrador, dice que basta con que él sea presidente para que, en automático, sus subordinados no caigan en prácticas ilícitas de esa índole. ¡Cómo será eso posible!
Al comparar las formulaciones de ambos aspirantes presidenciales, se evidencia una mejor capacidad y mayor experiencia en la administración pública del precandidato priista, José Antonio Meade, sobre las imaginarias soluciones que propone AMLO.
