Anaya, su falso e inoperable “gobierno de coalición”

“Un indicador de la calidad de nuestra élite política es cuánto tiempo han gastado en discutir las reglas sobre cómo se van a repartir el poder en lugar de las políticas que podrían impulsar el desarrollo del país.

“Bajo esta óptica se han perdido años en debates huecos como el “cambio de régimen”, entendido como el diseño de mecanismos institucionales innovadores en lugar de poner en la mesa procedimientos que mejorarían la rendición de cuentas por parte del ciudadano.

Se nos ha dicho que reformar la Constitución para permitir gobiernos de coalición, tendríamos condiciones de gobernabilidad de sistemas parlamentarios, asegura el analista político Fernando Dworak.

Sin embargo, el autor también explica —en su texto “El gobierno de coalición y sus falacias operativas“— por qué la propuesta de un gobierno de coalición, tal como la han planteado Ricardo Anaya y “Por México al Frente”, serían inoperantes.

En algunos países el gobierno depende de la mayoría de asientos en la cámara baja, y si esa se pierde el primer ministro debe llamar a nuevas elecciones o aceptar que gobernará en minoría. Al contrario, México es un sistema presidencial: el origen y la supervivencia del presidente no depende de las mayorías en el Congreso, pudiendo existir casos del gobierno dividido.

Ahora bien, es cada vez más común sistemas presidenciales se opte por tejer gobiernos de coalición. En estos casos se inicia con coaliciones de más de 70 por ciento del pleno. Se espera que conforme avanza la administración los partidos se van separando para distinguir su oferta rumbo a las siguientes elecciones, de tal forma que el gobierno termina con un apoyo apenas superior a la mayoría simple al final. Como en sistemas parlamentarios, la coalición no sólo implica un plan de gobierno conjunto, sino además el reparto de secretarias entre los socios.

No se toma en cuenta tampoco que, México y Estados Unidos son los únicos sistemas presidenciales donde hay elecciones intermedias, lo cual implicaría la negociación de dos gobiernos de coalición durante un sexenio (cada 3 años), cada uno con diferentes equilibrios de poder según la voluntad del votante.

También hay errores en el planteamiento durante estas elecciones. El PAN, el PRD y MC están haciendo una coalición electoral, y por más éxito que pueda tener en las urnas, es una fantasía que llegue a tener la mayoría del Congreso. Por lo tanto tendrán que pactar con el PRI o Morena para tener un gobierno de coalición. Lamentablemente Anaya no parece darse cuenta de ello, al juzgar por su trayectoria y estrategias.

Otro detalle: aún en el caso de ganar el Frente, una posible administración de Ricardo Anaya sería mucho más débil que una de Andrés Manuel López Obrador o de José Antonio Meade. La razón: el PAN cedió la mitad de sus asientos de mayoría a sus socios de coalición, y al menos el PRD podría tener interés en salirse temprano de un gobierno para contender por su cuenta. Eso haría que el candidato azul tenga un 25 por ciento de asientos propios en el mejor escenario.