De cara al embate contra la corrupción al interior de su partido, el dirigente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, fue exhibido por la plataforma Mexicoleaks y por el medio que dirige la señora Carmen Aristegui por haber cobrado una liquidación de un millón 200 mil pesos cuando renunció como director de la CFE.
De acuerdo con la investigación “#AdiósDelMillón”, Ochoa Reza habría cobrado esa cantidad de dinero tras haber laborado por dos años y 155 días como director de la Comisión Federal de Electricidad.
Y aunque la se señora Aristegui emprendió un ataque en contra del líder priista, se sabe que la liquidación fue legal. Según Ochoa Reza, su liquidación es legal y conforme a los manuales internos de la CFE, que están vigentes desde hace 15 años.
Cabe señalar que la información fue difundida un día antes de que la Comisión de Justicia Partidaria del PRI sesione para revisar a varios militantes—como el gobernador de Veracruz, Javier Duarte—al ser señalados de corrupción.
¿Acaso la señora Aristegui pretende desacreditar la campaña en contra de la corrupción emprendida por Ochoa Reza? ¿Acaso busca encubrir al gobernador de Veracruz?
Y es que si a medios como el de Aristegui no le gustan los términos de la liquidación de Ochoa Reza—que fue legal—, entonces que realice un trabajo de las liquidaciones en el sector público; y que así exhiba los excesos de los funcionarios.
¿O será que la señora Carmen sirva a órdenes de políticos como Andrés Manuel López Obrador, quien pactó con Javier Duarte?
Recordemos que en el Itinerario Político del 2 de febrero dijimos que Arturo López Obrador, hermano de Andrés Manuel, ofreció todo su apoyo al candidato priista el gobierno de Veracruz, Héctor Yunes, de quien dijo “es la mejor alternativa”. Y luego dijo que la campaña de desprestigio en contra de Javier Duarte era orquestada por Carlos Salinas de Gortari para apoyar al candidato panista, Miguel Ángel Yunes.
Sobra recordar que el priista Yunes dijo que respetaba todo lo que dijera Andrés Manuel porque “es una figura de izquierda congruente”…además que le tenía gran respeto.
Y para respaldar más su pacto con Javier Duarte, el líder de Morena declaró en días pasados que tanto el gobernador de Veracruz, como Roberto Borge, gobernador de Quintana Roo; y César Duarte, gobernador de Chihuahua—también acusados de corrupción—se habrían convertido en chivos expiatorios del PAN.
