En reiteradas ocasiones el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció su disponibilidad para cooperar con el gobierno estadounidense cuando de migrantes se habla, también indicó que de buscaría la mejor alternativa para tratar este problema sin violentar los derechos humanos de aquellos centroamericanos que llegan al norte buscando un mejor futuro.
Sin embargo, y aunque lo nieguen, los integrantes de la 4T dejaron en claro que prefieren salvaguardar la economía que velar por los que en un momento llamaron “los hermanos centroamericanos”, prefirieron reforzar la seguridad en la frontera sur que desafiar al todopoderoso Donald Trump.
Según el canciller Marcelo Ebrard, de ninguna manera quedó acordado militarizar el borde entre México y los países centroamericanos, pero la decisión de enviar a la Guardia Nacional a Chiapas genera bastantes dudas sobre cuáles fueron los verdaderos términos en los que el secretario de Relaciones Exteriores quedó con los representantes estadounidenses.
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Aunado a ello, Obrador sólo cuenta con 45 días para implementar sus propuestas y frenar el flujo migratorio, no obstante Trump volvió a amenazar al país pues afirmó que si el Congreso de México no aprueba las acciones de Ebrard de todos modos aumentará el porcentaje de los aranceles.
