Aurelio Nuño y el karma

El 20 de octubre del año pasado, en el Itinerario Político comentamos que el secretario de Educación, Aurelio Nuño, comenzó a construir su carrera con dirección a la silla presidencial desde la institución que en agosto de ese año pasó a sus manos, es decir, la SEP.

En esa ocasión señalamos que el titular de la SEP manipuló la crisis educativa con el objetivo de perfilarse como el mejor candidato para el 2018.

Y es que desde antes de ocupar su actual cargo, Nuño –a través de Luis Miranda, subsecretario de Gobernación–, movió los hilos para que el telar de Emilio Chuayffet se rompiera.

Si no lo cree, basta recordar que en antes de la salida de Chuayffet, la Segob ya se había reunido varias veces con la CNTE, y en esas juntas, Miranda estuvo presente pero nunca el entonces secretario de Educación.

Además, cabe recordar que el subsecretario de Gobernación había pactado –durante dos años– con la Coordinadora, al grado que la empoderó y terminó por quebrar a Emilio Chuayffet.

De este modo, hace meses, Aurelio Nuño llegó a la SEP como el héroe. Sin embargo, a casi un año de su arribo a la Secretaría, el problema y la solución se le fueron de las manos, de modo que hoy la Segob es quien se reúne y pacta con la CNTE sin contar con la presencia del titular de Educación.

Es decir, que igual que Emilio Chuyaffet hace un año, hoy Aurelio Nuño está fuera de las negociaciones entre el gobierno y el magisterio; hoy Nuño parece un cartucho quemado del mapa político.

De sus aspiraciones presidenciales poco se dice, pues ante los ojos de muchos, Los Pinos están lejos de su camino.

¿Será que el secretario de Educación probó una cucharada de su propio chocolate? ¿acaso el karma hizo lo suyo?