Bartlett y Salinas, prueba de que combate de AMLO a la corrupción es selectiva: Dresser 

Obrador prometió acabar con la protección a los corruptos, aliados al presidente, ¿y luego?

 A menos de un año de vivir durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, no es difícil darse cuenta que el presidente que prometió “ser diferente”, “honesto” y acabar con todos aquellos que “robaban” a los mexicanos, es completamente igual a lo que tanto criticaba y sigue criticando. 

Obrador prometió acabar con la protección a los corruptos, aliados al presidente; prometió acabar con los abusos de poder y  jura haber “separado el poder político del económico”; sin embargo, la realidad es otra, pues con los casos de sus cuates, Manuel Bartlett y Ricardo Salinas Pliego, ambos acusados y denunciados, ambos son protegidos por el presidente “honesto”.

“Es de toda mi confianza”, “es un ataque político de nuestros adversarios”, “no está probado”, etc; se trata de pretextos que hemos escuchado de éste y otros presidentes del pasado para proteger a los suyos, y que seguramente, serían reprochados por el AMLO anterior antes de ser presidente. 

Mientras Bartlett es acusado de mentir en su declaración patrimonial, Salinas Pliego es exhibido como beneficiario de la compra fraudulenta de Fertinal. Señalamientos que AMLO evade y niega, reforzando sus argumentos con la ayuda de sus “porristas” como es el caso de la secretaria de Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, quien ha dejado en claro, solo sigue órdenes del Ejecutivo federal y no le importa el pueblo. 

Con ambos casos, queda más que claro que López Obrador combate a la corrupción de manera selectiva, porque según él, los de su lado todos son honestos, porque aunque no cuenten con experiencia, son personas bien portadas.