A horas de que concluya su plazo legal para trabajar en México, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes entregó a la PGR su expediente de investigación del Caso Iguala.
Al respecto, es importante decir que las críticas al desempeño de la PGR son bienvenidas… pero no las agendas políticas…
Que las líneas de investigación que proponen deberán ser escuchadas… pero no sus verdades a medias.
Que las denuncias que plantean tendrán que ser escuchadas y procesadas por los Ministerios Públicos y tribunales… pero no sus versiones envenenadas que buscan desprestigiar.
Que los presuntos casos de tortura que denunciaron serán investigados… pero habrá que desechar las versiones cuya falsedad ha quedado expuesta.
Y que fue adecuada la actitud de apertura del gobierno federal –que buscaba robustecer su investigación–; no obstante, la autoridad se equivocó al acudir a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Es decir, que el paso del GIEI por México no fue un acierto de la autoridad… pero tampoco el peor error. A la mala intención del grupo de expertos habría que agregar la pésima estrategia de control de daños del gobierno federal.
Por eso, porque señaló los errores e imprecisiones, qué bueno que vino el GIEI; pero también… qué bueno que ya se va.
