Una de las principales decisiones que tomó Andrés Manuel López Obrador desde que tomó la Presidencia fue la de desaparecer las Oficialías Mayores que había en cada dependencia y convertirlas en Unidades de Administraciones y Finanzas (UAF), las cuales quedaron bajo el encargo de la Oficialía Mayor de Hacienda.
Con ello, el mandatario tabasqueño le encargó a la oficial Mayor de Hacienda, Raquel Buenrostro Sánchez, desde la aprobación de contratación directores, subdirectores, secretarias y redactores de las dependencias de órganos desconcertados de la administración federal, hasta las compras de medicamentos, libros de texto y hasta la de escobas, jergas y detergentes.
El pasado 6 de agosto, el portal La Silla Rota dio a conocer que el 1 de diciembre al 15 de febrero de este año, Buenrostro Sánchez designó a 21 titulares de UAF de las dependencias del gobierno federal y a 59 encargados de áreas de administraciones de órganos desconcertados.
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Asimismo, intervino en la designación de 230 trabajadores de esas áreas, ya que los propuso para algún puesto específico.
Por otra parte, una de las adquisiciones que hace también la Oficialía mayor es la de servicios y artículos de limpieza, jardinería y fumigación que se ocupan en las dependencias y órganos desconcentrados, “tales como escobas, jergas, detergentes, jabones y otros productos similares”.
