Busca a la mujer, busca el dinero, busca las mentiras, busca…

Durante años, el lema periodístico fue “busca a la mujer”; después fue “busca el dinero” y, luego del Watergate, pasó a “busca las mentiras”. Hoy podrá ser “busca sus dichos”, sobre todo en la política mexicana, en la que muchos de sus protagonistas apuestan al olvido de sus pasados.

Con las ideologías en fuga y las lealtades en liquidación, las palabras caen en una subvaloración inquietante, como demuestra, por ejemplo, el gobernador panista de Chihuahua, Javier Corral, hoy aliado del candidato presidencial panista Ricardo Anaya:

“¿Puede hablar alguien como Anaya de anticorrupción? Y a mí no me van a escuchar nunca con un lenguaje absolutamente críptico pidiendo dinero indebido como lo escuchamos de Anaya pidiéndole a Yunes en Veracruz, ¿ésa es la integridad de la que te sale el discurso de memoria, la congruencia con la que hablas? Un dirigente partidista que no es capaz, cuando habla por teléfono, de decir exactamente qué es lo que está pidiendo”.

Y el propio Anaya, hoy adversario del expresidente Felipe Calderón:
“A estas alturas, queridos amigos, ya no hay duda, lo dice la gente en cada pueblo, en cada colonia y en cada comunidad. Lo extrañamos, señor Presidente; estábamos mejor con Felipe Calderón”.

O hasta Anaya sobre Meade:

“El doctor José Antonio Meade Kuribreña, un mexicano del que nos sentimos profundamente orgullosos, de los poquísimos mexicanos que han ocupado tres secretarías de Estado. El único habiendo participado en dos gobiernos emanados de distintos partidos políticos. No nos sorprende porque es una consecuencia, sí de su preparación, de su solidez técnica, pero es sobre todo una consecuencia natural de su verticalidad y de su extraordinaria calidad humana”.

También Yeidckol Polevnsky, presidenta de Morena:
“El gobierno de Venezuela es un ejemplo para nuestra vida. Me interesa que lo platiquen en sus casas, con sus amigos, sus familias, para que sepan todos que Maduro ha sido un presidente leal a su pueblo. Ayúdenos a difundir la verdad, ayúdenos a hablar de la grandeza de Hugo Chávez y de lo grande que es el gobierno bolivariano de Venezuela, de la admiración y el respeto que nos genera. Yo no puedo hacer otra cosa que honrar a Hugo Chávez”.

No escapa José Antonio Meade, cuando era titular de Sedesol:
“Aquí en el estado de Veracruz, con el liderazgo del gobernador Javier Duarte, con el trabajo comprometido de los delegados, nos juntamos casi cada 15 días a revisar los indicadores de la pobreza, a revisar cómo estamos y podamos hacer los ajustes que requiramos para hacerlos de mejor manera”.

Es cierto que todo es marcado por el hombre y su circunstancia, los contextos. Pero nunca está de más hacer…

Un ejercicio de memoria.