Uno de los cinco integrantes de la Junta de Gobierno, sentenció que entre los fantasmas que rondan al país está la posibilidad de que la recaudación tributaria caiga en relación a lo programado, lo que podría poner un límite al desempeño del gasto público y, por ende, poner en riesgo el crecimiento económico de México.
Pues a pesar de que los ingresos tributarios en México aumentaron en los últimos seis años en más de 4 puntos para llegar a 16.2 por ciento como porcentaje del PIB, la cifra es menor al 22.8 por ciento del promedio de América Latina y el Caribe, de acuerdo a un estudio realizado por la OCDE.
Asimismo, la recaudación tributaria arrojó números rojos en los primeros tres meses de este gobierno. En diciembre reflejó una baja de 0.1 por ciento; en enero, 12.3 por ciento, y en febrero, 2.9 por ciento.
Ante esto, el gobernador de Banxico, Alejandro Díaz de León y los cuatro subgobernadores, perciben otro riesgo, el cual puede empeorar la incertidumbre por parte de los consumidores y esto mantenga bajos niveles de inversión.
En cuanto al desempeño económico del país, la mayoría de la Junta de Gobierno destacó que la actividad en México se desaceleró –también– a finales de 2018 y principios de 2019, es decir, cuando López Obrador estaba como presidente electo y cuando empezó su gobierno.