En diversas ocasiones los miembros de la Cuarta Transformación han dejado en evidencia que cuentan con una memoria muy corta, tal y como lo demostró el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, quien aseguró que la medida de nombrar como terrorismo las actividades de los narcos mexicanos es exagerado.
No obstante, en meses pasados el propio canciller exigió al gobierno de los Estados Unidos juzgar a Patrick Crusius, autor de la masacre en un establecimiento de Wallmart en donde murieron varios mexicanos en el estado de Texas, como un ataque terrorista pues no era la primera vez que la xenofobia se presentaba en tiroteos en el país norteamericano.
Incluso Ebrard pidió que el autor del ataque fuera extraditado a México para que aquí fuera juzgado: “Por otro lado la Fiscalía General de la República (FGR) está estructurando la carpeta investigación en contra de quién perpetró esta tragedia. Va a ser el primer caso que yo recuerde de un proceso en México respecto a un acto terrorista cometido en Estados Unidos en contra de connacionales”.
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La verdadera pregunta sería ¿por qué el gobierno de la 4T protege a criminales que ha comprobado su daño a cientos de familias y que, como lo mencionó en el tiroteo de Texas, no es un hecho aislado?
