Candidato subordinado

René Juárez Cisneros trae tatuado el fierro de Miguel Osorio Chong y el de Emilio Gamboa. Lleva el gen del PRI. Ha sido gobernador, senador, subsecretario de Gobernación. Le sobra oficio y conocimiento del partido.

¿Pero representa el golpe de timón que requiere la campaña del “ciudadano” Meade para levantar vuelo? ¿Es el hombre que ayudará a superar el desprestigio que hunde al otrora partidazo?

¿Ayudará a disminuir la rabia de los ciudadanos para que el PRI no pierda la Presidencia?

La respuesta usted ya la tiene. No es un mensaje de cambio de cara al futuro. Más bien, parece un regreso al pasado.

  • Ni los priistas dudan de que la marca no ayuda a su candidato presidencial. Eso y su falta de conectividad con la gente.

Yo no tengo duda de que José Antonio Meade es el más preparado, el más honesto, el más calificado para gobernar de los cinco candidatos presidenciales. Ha sido cinco veces secretario de Estado. Tiene relaciones en el exterior.

Pero no emociona, no convence, no muestra agallas para deslindarse de las acciones que han desprestigiado al tricolor y que lo tienen en la lona.

Hace poco escuché en una mesa de grillos un calificativo que refleja lo que ya es una percepción generalizada: Meade es un candidato subordinado.

Faltan 59 días para la elección presidencial. El relevo de Enrique Ochoa es un reconocimiento de que las cosas no van bien. El cambio oxigena, es un guiño a la militancia, pero no alcanza para salir del hoyo.

  • Fuimos a la Cumbre del Infonavit que se celebra en el Hotel Camino Real. La apertura estuvo encabezada por el presidente Peña. El mejor discurso —y el más aplaudido— corrió a cargo de David Penchyna, el mero mero del Instituto.

Los reporteros aprovecharon para preguntar al Presidente de la República sobre las versiones —una de AMLO y otra de Javier Lozano— de que empresarios le habrían pedido que usara su influencia para que Meade declinara a favor de Anaya.

El primer mandatario dio una respuesta contundente y coincidente con lo que escribimos en ese espacio ayer:

“Nadie negocia conmigo. Yo soy Presidente. Los candidatos y sus campañas corren en otro camino. Yo voy en otro camino. Estoy dedicado a trabajar y cerrar bien mi administración”.

Por cierto, nos dicen que ante los reiterados llamados al “voto útil” que hace el abanderado del Frente hubo reacciones en el “cuarto de guerra” de José Antonio Meade.

El equipo del “candidato ciudadano” se aprestaría a  echar a andar una campaña denominada “¡Ni un voto a Anaya!”.

Meade ya dejó muy claro que jugará los 90 minutos.

  • El mismísimo Anaya, en su matutina conferencia de prensa, volvió a sacar al candidato simpatizante del PRI de la jugada.

Animado por las encuestas publicadas ayer por Reforma  y La Silla Rota —realizada por Enkoll—, dijo que ya es una elección entre dos: AMLO y él.

Ya se erige como el único candidato que le puede ganar a El Peje.

El propio Anaya y el empresario Alejandro Ramírez, uno de los que habrían asistido a la reunión de la que habló El Peje, desmintieron la versión de que se le pidió a Peña que hiciera declinar a Meade.

López Obrador quiere revivir su famosísima teoría del complot. Sabemos, por gente de su equipo más cercano, que a partir del debate ha estado muy inestable, muy agresivo, y por eso busca revivir las teorías del complot”, dijo.

  • Pero si AMLO anda agresivo, ayer no lo hizo notar. Todo lo contrario. Se comprometió, si gana, a no perseguir a los miembros destacados de la mafia del poder.

“La venganza no es mi fuerte. No se tendrán que ir al extranjero, no se irán desterrados ni se desatará lo que suele llamarse una cacería de brujas.

“Lo único que sucederá es que la mafia del poder ya no dominará a México, ya no tendrán el privilegio de mandar, porque mandará el pueblo”, dijo en la delegación Iztacalco.

  • El gobernador de Puebla, Tony Gali, asumió ayer el mando de la seguridad en San Martín Texmelucan.

Lo hizo con base en el Artículo 115 Constitucional, que lo habilita a asumir la competencia en los municipios en caso de fuerza mayor o alteraciones graves del orden público.

En esa localidad poblana se incrementó la venta de combustibles y aparecieron cuerpos desmembrados.

  • López Obrador “va a arrasar” en las elecciones presidenciales en Tabasco, pero en lo local la cosa es diferente, nos dice Gerardo Gaudiano, candidato del Frente al gobierno del estado.

Basa su declaración en encuestas que vio “por allí”, según las cuales 50 por ciento de los tabasqueños que declaran votarán por Andrés, no tienen decidido su voto en la elección de gobernador.

El puntero en las encuestas, por mucho, es el morenista Adán Augusto López Hernández.

Pero Gaudiano, de 37 años, ha logrado voltear situaciones adversas en las elecciones municipales en las que ha competido.