En días pasados se viralizó— a través de las redes sociales— una fotografía en la que un par de ladrones asaltaban automovilistas en Periférico.
Tres días después de que se cometieron los hechos, el procurador de Justicia de la Ciudad de México, Rodolfo Ríos Garza, anunció la detención de los responsables, al momento que cometían otro robo en la delegación Miguel Hidalgo.
Si bien la denuncia de los automovilistas fue fundamental para la detención de los delincuentes, las redes sociales—principalmente Facebook y Twitter—fueron el instrumento para que las autoridades voltearan a ver lo que pasa en materia de seguridad. Tanto así que hasta pusieron un punto de seguridad con muchos policías capitalinos.
Para algunos, la molestia se incrementó cuando el jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, refirió que los asaltos en la lateral de Periférico se debían a un “efecto cucaracha” pues no se ponía atención a la inseguridad en otros puntos de la Ciudad.
Y es que más allá de las redes sociales, donde los capitalinos han expresado su enojo, en las calles es donde se observa la verdadera molestia.
Y ahora que las autoridades de la Ciudad de México ya conocen el sentir de los capitalinos, sí se puede, de verdad que sí se puede combatir a la inseguridad. El problema no es que sean incapaces, sino que no hay estrategia para prevenir los delitos.
Para “apaciguar” el mal humor de los capitalinos por la inseguridad, las autoridades deben seguir con la intención de dar seguimiento a los problemas de la Ciudad.
