Desde el pasado jueves la caseta que lleva de la Ciudad de México al municipio de Acapulco se encuentra tomada por un grupo de individuos que exigen a las autoridades atiendan sus demandas.
Alrededor de 80 personas arrivaron al lugar en donde no permitían que los vehículos entraran o salieran sin antes pagar una cuota o “cooperación voluntaria”, como ellos decían.
“Nosotros, como somos ignorantes, pues nos emocionamos cuando nos reciben un oficio, pensamos que ahora sí nos vana hacer caso; ahora imagínense que un secretario diga que se va a reunir contigo”, fueron las palabra que utilizó Cresencio, miembro del conglomerado.
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Por su parte, también comentaron que tuvieron que recurrir a esta medida debido a los constantes el abusos por parte de grupos criminales y al desinterés de las autoridades para frenar los ataques, mismos que han dejado los poblados como zonas de guerra, con casas perforada por las balas, saqueadas y con los habitantes llenos de terror.
Al cerrar las casetas esperan generar un verdadero impacto y poder obtener la reunión que tanto esperan con el presidente, Andrés Manuel López Obrador, pues es una zona que ve a sus jóvenes afectados por el crimen organizado.
