Esta mañana, el presidente Andrés Manuel López Obrador realizó un nuevo intento para ganarse la confianza de las mujeres mexicanas al afirmar que en su gobierno no habrá ni una pizca de machismo, aunque su historial diga todo lo contrario.
Desde el inicio de su gestión, el mandatario estuvo envuelto en una serie de polémicas al cancelar dos de los programas que más apoyan a las mexicanas: refugio para mujeres víctimas de violencia y el de las estancias infantiles que, si bien el beneficio es en mayor medida para los menores, eran las madres quienes se apoyaban con estos centros.
Con el pretexto de que existía mucha corrupción al interior de estas instituciones y de su política de austeridad republicana, Andrés Manuel aceptó limitar los recursos a estos apoyos sociales, luego afirmó que el dinero sería entregado directamente a los padres de familia para terminar diciendo que no serían cerrados y sí continuarían brindando servicio a la comunidad, aunque varias de las directoras de las estancias han denunciado que la logística no volvió a ser la misma.
En el caso de los refugios resultó ser todavía peor pues era el único lugar en donde las mujeres inmiscuidas en violencia de género podrían acudir, sin embargo, la excusa terminar con ellos fue la misma pero ante la presión de los medios y de la misma ciudadanía el tabasqueño, junto a su gabinete, decidió “consentir” a las féminas y brindarles de nuevo un lugar dónde vivir de manera segura.
No sólo en su forma de gobernar el político ha mostrado sus tintes misóginos, pues ya como presidente electo, al ser cuestionado sobre la licencia de Manuel Velasco y la alianza PVEM-Morena, rebajó a varias reporteras a “corazoncitos” para evadir las preguntas, casi como lo hace todos los días en su conferencia mañanera aunque menos ofensivo.
En total, Obrador decidió desaparecer 26 programas para las mujeres en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2020. En ellos, se pretendía erradicar las desigualdades entre ambos géneros, sin embargo, se ve complicado que esto ocurra con los recortes de la austeridad.
Esto lo reafirmó recientemente el líder de la bancada morenista en la Cámara de Diputados, Mario Delgado, quien aseguró que en el presupuesto se beneficiaría a las minorías, no obstante, los recursos para atender cuestiones de género recibieron un tajante recorte pues prefirieron invertir más en programas como Jóvenes Construyendo el Futuro, Sembrando Vida y becas, limitando a programas para educación sexual femenina y aquellos que atienden de manera directa la prevención y solución de problemas de violencia de género.
Finalmente, la jefa de Gobierno de la CDMX Claudia Sheinbaum tampoco ha salido bien librada de asuntos que, en teoría, debería entender y prestarle más atención ya que decidió que en la capital del país no era necesaria una alerta de género cuando incluso hubo marchas para exigir a las autoridades mayor atención en feminicidios, violaciones, acoso y cualquier violencia en contra de las mujeres.
En aquel ruidoso 17 de agosto, cuando una marcha feminista tomó las calles de la ciudad, hombres y mujeres le dieron más importancia a los destrozos y pintas que al verdadero mensaje de las manifestantes, incluso la propia Sheinbaum se negó a emitir una urgente alerta de género pues consideró que no era necesaria, cosa que poco más de dos meses después se vería obligada a retractarse.
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Y hoy, casualmente, durante la conferencia del presidente se firma el Acuerdo por la Igualdad entre Hombres y Mujeres en donde el Gobierno Federal se compromete a proteger a niñas, mujeres y ancianas de cualquier acto violento por el simple hecho de ser mujer, discurso que llega cuando López Obrador ha descendido sus niveles de popularidad, ¿será que alguien ya se dio cuenta de que necesita el voto de la población femenina?
