Chapultepec: sólo 3% tira obra emblema de Mancera

El Corredor Chapultepec fue concebido como una de las obras emblema del gobierno de Miguel Mancera, luego de la remodelada Masaryk de Polanco y de líneas de Metrobús en proceso.

Sin embargo, una deficiente planeación, un mensaje equivocado sobre el alcance del proyecto y una fallida negociación política echaron por tierra una obra que –según su proyecto original–, marcaría el inicio del rescate de zonas del Distrito Federal otrora parte del esplendor de la ciudad capital y que hoy agonizan, como la Zona Rosa y la Colonia Doctores, entre otras.

Lo reprobable del caso es que manos y voces interesadas no solo “chamaquearon” al GDF y a los “genios” que lo asesoran sino a buena parte de los ciudadanos y –sobre todo–, a medios de comunicación que, salvo contadas excepciones, nunca le dieron al tema el peso que merecía.

Y es que resulta increíble que la protesta de no más de un centenar de acarreados –en su mayoría tripulados y pagados por Morena de AMLO–; algunas semanas de “periodicazos” y una campaña en redes sociales hayan sido suficientes para hacer retroceder al gobierno del Distrito Federal que claudicó en facultades fundamentales y prefirió una consulta que –por su resultado–, confirmó que la protesta contra el Corredor Chapultepec no contaba y no cuenta con legitimidad alguna.

Como saben, la consulta abarcó 64 colonias y se instalaron 75 mesas para recibir papeletas con los votos. En total, 14 mil 201 personas rechazaron el proyecto y siete mil 893 se pronunciaron a favor. Es decir, el rechazo fue dos a uno respecto a la aceptación.

Sin embargo, de acuerdo con el listado nominal de la delegación Cuauhtémoc, el porcentaje de participación fue sólo de 4.8 %, es decir, 22 mil 370 ciudadanos. Dicho de otro modo, que en la consulta no participaron ni el 5% de los habitantes de la demarcación en la que sería construido el Corredor Chapultepec y votaron a favor ni siquiera el 3% del padrón nominal.

Por eso las preguntas. ¿Qué legitimidad tiene una consulta en la que no participaron ni el 5% de los convocados? ¿Que legitimidad tiene el resultado de una consulta en la que el rechazo no llegó siquiera al 3% de los convocados? ¿Qué legitimidad tiene un “ejercicio democrático” en el que el abstencionismo es mayor al 95%?

La respuesta es elemental. Esa no es democracia ni es una consulta ciudadana; esa es una farsa democrática, al estilo de la mano alzada de López Obrador. Y es que la escasa asistencia a la consulta y el ínfimo porcentaje de ciudadanos que rechazaron el proyecto –ni siquiera el 3%–, confirman que la protesta no fue más que un grosero montaje del partido Morena, de López Obrador, avalado por el Instituto Electoral del DF.

Pero lo peor es que el gobierno de Mancera; colaboradores, asesores y “genios” de la operación política confirman que son una administración de extrema debilidad y que el GDF es “doblado”, “sometido” y ridiculizado a placer por un puñado de gritones con intenciones electorales para 2018.

Si dudan que desde hoy López Obrador hace todo por destruir a los adversarios presidenciales de 2018, como Miguel Mancera, basta echar un vistazo a la tramposa “consulta” del Corredor Chapultepec.

¿Por qué Miguel Mancera aceptó la consulta? ¿No entiende que se trata de la claudicación de algunas de las facultades elementales de su gobierno?

El populismo electorero suele hacer ver como bobos a los populistas.

Es tiempo que Mancera despida a los “genios” que “lo asesoran”. ¿O les paga para que lo ridiculicen?

Al tiempo.

Tomado de El Universal