Dicen los panistas que en la elección del próximo domingo –en que los colimenses votarán por su próximo gobernador–, difícilmente se verá la mano del crimen organizado o de los rijosos que gustan de bloquear calles y quemar urnas electorales.
Sin embargo, los azules advierten en en Manzanillo y en la capital del estado, el gobierno estatal –e incluso el federal–, podría tratar de meter su cuchara.
Las sospechas del PAN cobran fuerza luego que un tráiler con calcomanías del candidato tricolor –Ignacio Peralta–, se impactó con otro vehículo en el municipio de Cuauhtémoc.
Lo peculiar es que el tráiler iba cargado con despensas que, según informó el chofer, se dirigían a las oficinas del DIF municipal.
No obstante, el gobierno panista de Cuauhtémoc negó estar al tanto de la operación.
De hecho, testigos del incidente aseguran que al momento del percance, dos personas a bordo de un automóvil Jetta rojo –también con calcomanías del priista– intentaron resguardaron al conductor y evitar que éste platicara con agentes y curiosos.
El hecho –a tres días de la elección extraordinaria–, generó todo tipo de sospechas. Después de todo, la primera elección –del 7 de junio de 2015–, fue anulada por la descarada intervención del gobierno local.
Por eso preguntamos, ¿será que el gobierno de Colima ya mueve sus hilos para favorecer al candidato tricolor? ¿será que en Colima volveremos a ver una elección de Estado?
