Durante la campaña electoral de 2018, el entonces candidato del “Frente por México”, Ricardo Anaya acusó, en un debate, que el presidente Andrés Manuel López Obrador tenía estrecha relación con el contratista José María Rióobo.
En esa ocasión Anaya apuntó que el ingeniero Rióobo había participado en la licitación para construir las pistas del nuevo aeropuerto, que “tenían un costo de mil millones de pesos” ,pero perdió en el concurso.
Continuando con la explicación de Ricardo Anaya, Rióobo, después apareció en un video con AMLO, en lo que iba a ser el Nuevo Aeropuerto Internacional de México en Texcoco, para solo “echar pestes de este proyecto”.
Durante el encuentro, Ricardo Anaya le recordó al político tabasqueño, que cuando fue jefe de gobierno le otorgó a Rióobo contratos por asignación directa, con un costo de 170 millones de pesos.
Pero la historia no terminaría ahí, porque es prácticamente un hecho que Rióobo será uno de los contratistas que participarán en la construcción del aeropuerto Felipe Ángeles, en Santa Lucía.
Sin dejar de lado, que la esposa del ingeniero, Yasmín Esquivel Mossa, fue designada por el Senado de la República —con mayoría de Morena— como ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Pues Anaya tenía razón, se los dijo y no quisieron escuchar.
El triángulo amoroso entre Andrés Manuel, Rioboó y los contratos millonarios por asignación directa para Santa Lucía, vienen de tiempo atrás.
Nepotismo, incompetencia y deshonestidad, así la 4T
pic.twitter.com/6Cc9jrgA3u— Gloria (@GlodeJo07) 2 de mayo de 2019
Esta historia es nepotismo en estado puro, al estilo la “Cuarta Transformación”.