Consulta sobre NAIM pretende blindar a AMLO del cuestionamiento: Silva-Herzog

Desde tiempos de campaña, el actual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, advirtió y/ o prometió que sometería a consulta popular la decisión de “dónde se terminaría de construir el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México ( NACM)”. Algo que para un amplio sector de la población refleja, en apariencia, un acto de plena democracia participativa.

Después del resultado electoral, que dejó una apabullante victoria a favor de Morena, la maquinaría se echó a andar y tanto AMLO como su equipo de trabajo (principalmente su secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú) organizaron todo para que en próximos días se realice la consulta —específicamente del 25 al 28 de octubre—.

En términos legales la consulta no podría realizarse, inclusive en la Carta Magna ya hay leyes que acotan cómo y cuándo la ciudadanía puede tomar, algunas, decisiones de repercusión nacional; algo que ya manifestaron algunos miembros de partidos opositores, tal es el caso de Gustavo Madero y Damián Zepeda, representantes de Acción Nacional en el Senado.

Así como gran parte de la población está a favor de la consulta, existen otros sectores de la misma —entre ellos especialistas y líderes de opinión— que la miran como una treta de AMLO para despojarse de una determinación de gran calado. En apariencia le dará la decisión al pueblo, mientras él respetará dicho resultado, sin dar explicación alguna a todos aquellos que, de una forma u otra, ya invirtieron en ese proyecto.

De acuerdo con el columnista de Reforma, Jesús Silva- Herzog, en su espacio de este lunes 22 de octubre,la trampa radica en lo siguiente: “La consulta pretende blindar al presidente (AMLO) del cuestionamiento: si hay alguien en contra de la resolución, se pondrá en contra, no del gobierno, sino del pueblo mismo. Si el resultado es el contrario sucederá lo mismo con los simpatizantes del movimiento lopezobradorista que coinciden con los argumentos del candidato en contra del nuevo aeropuerto”.

Ilegal o no, tramposa o no, a favor o en contra; la única realidad es que esta consulta se puede tomar como un acto irresponsable del próximo mandatario nacional y todo su equipo de trabajo que lo respalda.