El ex gobernador de Chihuahua, Javier Corral, denunció que el gobierno federal –a través de la Secretaría de Hacienda-– quiere “estrangular económicamente” a su administración. Ello –supuestamente– como represalia por investigar al ex secretario adjunto del PRI, Alejandro Gutiérrez…
El problema es que la denuncia de Corral fue ante los medios de comunicación, mediante una conferencia de prensa, y no ante las autoridades correspondientes.
El mandatario panista aseguró que el pasado 4 de enero, durante una reunión para dar seguimiento a la entrega de recursos federales para sanear las finanzas de la endeudada entidad, el Secretario de Hacienda, José Antonio González Anaya, condicionó la entrega de las participaciones por la investigación en contra de Gutiérrez.
“Ahí nos fue informado que la investigación por peculado que la Fiscalía de Chihuahua ha llevado a cabo pone en entredicho la transferencia de recursos, razón por la cual ha tomado la determinación de incumplir la entrega de los recursos establecidos en los convenios”, aseguró Corral.
Se trata de una denuncia grave, que bien ameritaría ser planteada ante un tribunal o ante el Congreso de la Unión.
Sin embargo, Corral prefirió montar un show mediático, y se limitó a solicitar al presidente, Enrique Peña Nieto, que “rectifique su decisión”. Y agregó que en su lucha contra la corrupción no va a ceder “ni por 700 millones de pesos” –monto supuestamente retenido por Hacienda– “ni por todo el presupuesto del Estado”.
¿Por qué entonces la denuncia mediática y no la denuncia formal ante las autoridades competentes?
Más allá de la verosimilitud o la falsedad de las acusaciones de Corral –que ya negó la Secretaría de Hacienda— queda claro que el show mediático se inscribe en el contexto de la guerra electoral.
Así lo indica el hecho de que, además de integrantes del llamado “Grupo Encuentro Chihuahua” e integrantes del Comité Ciudadano del Sistema Nacional Anticorrupción, al gobernador lo acompañaron en su conferencia de prensa personalidades vinculadas a la coalición Por México al Frente: el senador panista Ernesto Ruffo, el ex presidente del PRD, Agustín Basave y el vocero de los “Galileos” del Sol Azteca, Fernando Belaunzarán, entre otros. Todos promotores de la candidatura presidencial de Ricardo Anaya.
Durante su conferencia, Corral exhibió el uso electoral de la justicia por parte de la Fiscalía de Chihuahua.
Al referirse a la investigación en contra de Alejandro Gutiérrez y del ex líder del PRI, Manlio Fabio Beltrones, dijo que –de acuerdo con información de la Fiscalía de Chihuahua– Beltrones ya presentó amparos para acceder a la carpeta de investigación y evitar ser detenido. De este modo, evidenció el control que mantiene sobre su “Fiscal Carnal”, César Augusto Peniche.
La Fiscalía de Chihuahua ha sido utilizada como punta de lanza para un golpeteo mediático contra el PRI, como quedó claro con las filtraciones al diario Reforma, un día antes de la detención de Alejandro Gutiérrez.
Corral se queja del uso político de las finanzas públicas. Pero hace uso político de la justicia. Son tiempos de campaña electoral y guerra sucia.
