En 2014, en la estación de Ciudad Universitaria del metrobús, encapuchados bloquearon la circulación en los carriles del transporte y bajaron con violencia al chofer y a los pasajeros de la unidad 323. Más tarde quemaron la terminal junto con la unidad.
Sólo tres responsables de los hechos fueron detenidos, pues el resto logró huir por los circuitos de la UNAM, por lo que fue casi imposibles darles alcance.
Es así como la mañana de este miércoles, en el Reclusorio Sur el juez 32 de lo penal sentenció a 33 años y cinco meses de cárcel a uno de los hombres implicados en la quema de la unidad, el 5 de noviembre de 2014.
Además, el acusado tendrá que pagar cerca de 519 mil 815 pesos por los daños a la unidad y a la estación que en conjunto suman una cantidad mayor a los siete millones de pesos en daños.
Ahora sólo hace falta preguntar: ¿cuándo los demás vándalos que han destrozado la CDMX en nombre de “protestas de justicia” pagarán por los daños que han hecho a la capital y sus habitantes?
