De estafadores está lleno el mundo

 

La escritora norteamericana, creadora del género suspense escribió una serie de cinco libros que revelan los pormenores de la vida de Tom Ripley, uno de los criminales más astutos del mundo de la ficción.

En la segunda novela de esta saga, La Máscara de Ripley, el personaje se ve involucrado en un fraude de obras falsificadas.

Todo comienza cuando el pintor Phillip Dewartt se quita la vida en Grecia y algunos de sus conocidos deciden aprovechar la fama del muerto después del suceso y comienzan a vender sus obras a precios muy altos.

Es así como Ripley ve en el negocio una forma bastante cómoda de mantenerse, pues gracias al talento de un artista desconocido y con necesidad, el delincuente comienza a fabricar cuadros de Dewartt para venderlos a precios exorbitantes.

Además, Ripley se encarga de difundir el rumor de que el pintor original no murió, sino de que se encuentra oculto en algún lugar de México con el fin de seguir produciendo y ganando dinero fácil.

Más tarde tendrá que echar mano de su apariencia para hacerse pasar por el aclamado artista.

Resulta curioso como de usurpadores está hecho el mundo… Y es que, en la vida real, hay miles de casos de robo de identidad.

Por ejemplo, en España está el caso de Ramona María Timaru, quien desde hace tres años comenzó a enfrentar varios procesos judiciales debido a que alguien suplantó su identidad.

La mujer actualmente se encuentra al borde del colapso, y que que se le han ido varios miles de euros en pagar abogados y fianzas luego de ser acusada de haber cometido fraudes.

Ramona asegura que pudieron haberle robado información el día en que publicó en internet su currículo de vida con el fin de conseguir un empleo.

Es así como en España hay una mujer que no es Ramona, estafando de diferentes maneras por medio de una identificación falsa, y aunque las autoridades ya están al tanto de los hechos, cada vez que la usurpadora decide actuar, la víctima debe pasar determinado tiempo tras las rejas, hasta comprobar el fraude.

En la novela de Patricia Highsmith, La Máscara de Ripley, la farsa dura hasta que una persona más lista que el criminal se da cuenta de lo que verdaderamente pasa.

En el caso de Ramona María Timaru, a pesar que todos saben que es víctima del delito de suplantación de identidad, ella sigue padeciendo los inconvenientes…