De Gansos Cansados, Cortes y Polaridades

Absolutamente comprobado: López Obrador se ha decidido a gobernar, usando el conflicto social como medio de intimidación a sus adversarios. Si alguien tenía alguna duda todavía, los sucesos recientes se han encargado de despejarla.

El oriundo de Macuspana se lanzó sobre los integrantes del Poder Judicial. Los acusó de tener sueldos excesivos y prestaciones desmesuradas. Remató diciendo que tales supuestos, implican necesariamente corrupción.

Con las palabras del Mesías, hordas de fanáticos, se apostaron en las inmediaciones de la sede de la Suprema Corte de Justicia de la Nación e imbuídas de furioso frenesí, trataron de agredir el vehículo del titular de comunicación social de la entidad, confundiéndolo con el de los ministros.

Toda la canalla apostada, rodeó el automóvil del funcionario de prensa, llamándole corrupto, traidor, mentándole la madre, arrojándole basura y propinando golpes y patadas al automotor. Si el conductor hubiese tratado de aclarar la confusión, probablemente habría sido linchado por la turba.

Resulta más que evidente que López Obrador y su caterva de perdularios ignora todo el estudio y la preparación que implica acceder a la máxima instancia jurisdiccional del país y la responsabilidad que significa. Por ello el nivel salarial; porque es acorde al nivel de responsabilidad.

Sería gravísimo que López Obrador controlase el poder judicial. En este momento, el único contrapeso que el desmesurado poder presidencial tiene. Es deber de todo mexicano sensato defender a los ministros.

No es posible que el ejecutivo coaccione y se entrometa en la vida institucional de otro poder, para forzarlo a someterse a sus designios. Tal situación, implicaría la existencia de jueces de consigna y nadie quiere tal cosa.

Pero amén de los desencuentros con el poder judicial y la polarización negativa que esto implica, no podemos dejar de mencionar el linchamiento mediático del que los partidarios de López Obrador, han hecho víctima a otro crítico constante del titular del ejecutivo federal: esta vez se trata de Ángel Verdugo.

En efecto, a través de sus columnas en un rotativo capitalino y sus video cápsulas en YouTube, Ángel Verdugo ha criticado el estilo presidencial y el de sus corifeos.

Esta situación ha despertado la furia de los prosélitos de MORENA, que han llamado a agredir al periodista, a efecto de vindicar lo que ellos consideran, son agravios a la investidura presidencial.

Jamás nadie, había llamado con anterioridad, a agredir a un periodista, merced a sus críticas. Tal situación constituye un pésimo precedente y nos lleva a intuir un clima de represión, más o menos definido, para quien tenga el atrevimiento de cuestionar al líder supremo. Fascismo puro, lisa y llanamente.

Y como dadas las circunstancias, no vemos la menor posibilidad de que López Obrador modifique su estilo de gobernar, lo único que nos queda es resistir y defendernos por las vías legales, contra los abusos y excesos de la administración pública.

Si López Obrador espera sumisión y silencio ante sus arbitrariedades, se llevará una sorpresa. Me canso ganso…

Dios, Patria y Libertad