“Dedazo”, verdadero significado de “encuesta” para la izquierda chilanga

Este fin de semana el PRD capitalino anunció la realización de la encuesta para la elección del candidato a la jefatura de gobierno y de las 11 alcaldías donde les corresponde elegir al abanderado de su coalición con el PAN y con Movimiento Ciudadano (Cuajimalpa, Benito Juárez y Miguel Hidalgo le corresponden a Acción Nacional; y Milpa Alta y Magdalena Contreras le corresponden a MC).

Las empresas elegidas para llevar a cabo las encuestas son IPSOS, Covarrubias, y Consulta Mitofsky. Aplicarán mil cuestionarios en la Ciudad de México, directamente en domicilio, a personas en edad de votar y registrados en el padrón electoral capitalino. Los resultados finales se anunciarán entre el 17 y 18 de enero.

Este método de encuesta no es nuevo en el PRD capitalino. Desde el año 2003 se realizan encuestas para “elegir” candidatos, siempre bajo la tutela de la empresa “Mitofsky”.

En aquel año la representación del partido en la Ciudad estaba bajo el control de René Bejarano, y –curiosamente– se designaron candidatos de su corriente para arrancar algunas delegaciones que estaban bajo el poder del PAN (Álvaro Obregón, Venustiano Carranza, Cuajimalpa, Xochimilco y Azcapotzalco), aprovechando la popularidad del jefe de gobierno de ese entonces que era AMLO. Así también logró la mayoría absoluta en la Asamblea con la mayoría absoluta con 37 diputados de 66 escaños posibles.

En 2012, durante el proceso de elección a candidato a la presidencia ocurrió algo similar. Existieron dos contendientes: AMLO y Marcelo Ebrard, quien traía consigo una buena cantidad de apoyo ciudadano y de líderes de opinión.

Para definir al candidato, se solicitó el apoyo de 2 casas encuestadoras: Nodo, sugerida por Ebrard, y Covarrubias, elegida por AMLO. Se aplicó un cuestionario de 5 preguntas, y en 3 de 5 “sorpresivamente” ganó López Obrador. Esta encuesta a modo fue el suicidio político de Marcelo Ebrard, quien –según se dice– había ganado la contienda, pero se bajó para ceder el paso a su padrino político.

Ya en Morena, AMLO revivió el método de utilizar una encuesta para encubrir sus dedazos o contiendas internas amañadas.

En meses pasados, Morena realizó una encuesta donde Claudia Sheinbaum ganó “sorpresivamente” al conocido y popular delegado de la Cuauhtémoc, Ricardo Monreal, sólo que en este caso a Monreal no le dejaron hacer su encuesta “espejo”.

En 2003, siendo perredista, AMLO usó encuestas amañadas para encumbrar a personajes cercanos a Bejarano, como: Octavio Flores Millán (procesado por fraude), Carlos Imaz Gispert (Ex esposo de Claudia Sheinbaum y exhibido por recibir sobornos de Carlos Ahumada) o Laura Velázquez Alzúa (acusada de heredar el poder a su esposo Enrique Vargas Anaya y mantener en la nómina al cuñado de Bejarano, Antonio Padierna).

Durante 12 años de hegemonía perredista en la capital, las encuestas amañadas han sido la constante. Y desde 2015, con la irrupción de Morena en el escenario capitalino, el método ha sido el mismo en el partido de AMLO: encuesta a “modo”, simulando el proceso abierto a la población.

Sólo queda esperar si el favorito de Mancera; Salomon Chertorivski será el candidato del Frente, o si las negociaciones con las corrientes darán frutos a Alejandra Barrales.